En la vida, gracias al cine, tendemos a romantizar a personajes o profesiones, incluso de dudosa moral. Así pasa con los piratas por culpa de Jack Sparrow y sus aventuras y desventuras por el Caribe: al verlo, nos pensamos que no está mal, que aunque lidiara con monstruos, se lo pasaba bien también. Sin embargo, un historiador se ha encargado de desmontar recientemente algunos de los mitos que existen alrededor de los piratas; de aquel que encarnó Jonnhy Deep y de cualquier otro que haya surcado los mares en la ficción o en la vida real.
Barcos grandes y la bandera de la calavera
Según narró Fran Navarro, historiador experto en la materia, en El Faro de la Cadena SER, uno de los detalles que no han sido reales nunca es que llevasen la bandera pirata, esa roja con la calavera blanca que ondea según la mar empieza a surcarse. «Ni siquiera los piratas de la edad de oro solían llevarla. Lo primero que tiene que hacer un pirata es pasar desapercibido y no ser visto a lo lejos», afirma.
A ese primer mito le siguen otros, como que fueran en barcos grandes como la Perla Negra de Jack Sparrow (perdón; ¡Capitán! Jack Sparrow): «Cuanto menos te vean, mejor, y por eso llevan barcos pequeños blancos, que se pueden mezclar con la espuma de las olas; para no ser identificables y evitar que salgas por patas», dice en presente, como lanzando un puente a la vida real actual.
Piratas de parche en el ojo y pata de palo
Si algo nos enseñó también la ficción, cuando no las mismas leyendas que vimos o leímos de pequeños, es que los piratas suelen llevar una pata de palo, como el Capitán Barbossa, o incluso un parche en el ojo. Nada más lejos. Y es que, igual que las banderas con la calavera solo las llevaba Barbanegra ocasionalmente para asustar al resto de navíos, no es lo normal que los piratas fueran así o como el Capitán Garfío de Peter Pan. «Los habrá que tengan barba y un parche en el ojo, pero, desde luego, no como en los que todos pensamos a raíz de la novela y el cine», continúa explayándose Fran Navarro.
Los piratas de hoy en día
Todo aquel que haya visto Piratas del Caribe pensará en el día en el que casi capturan a Jack Sparrow y en su vida pendenciera y solitaria, con permiso de su tripulación, Will Turner y Elizabeth Swann. Dista mucho ese tópico, sin embargo, de los piratas actuales, puesto que suelen estar más organizados y bajo el amparo de mafias que están muy preparadas y operan internacionalmente. Así sucede con la mayoría, aunque «luego están los cuatro o cinco chavales con más desesperación que miedo que, con un barquito y una lancha, se lanzan a por auténticos monstruos de barcos», explica el especialista sobre el modus operandi actual, que han sufrido ocasionalmente en zonas como África algunos pesqueros españoles.
Petroleros, barcos mercantes, pesqueros…
El perfil de barco que suelen asaltar los piratas es el de petroleros, barcos mercantes o pesqueros, donde tratan de conseguir un botín «en un asalto exprés, porque el tiempo siempre juega en su contra», para luego vender lo robado (si bien en ocasiones se han producido secuestros y peticiones de rescate).
Y eso sí lo tiene en común el pirata de hoy, el de verdad, con el de siempre o los de las películas o novelas: el objetivo es conseguir sacar el mayor rédito posible por una actividad muy peligrosa, que hace que algunos de los barcos que potencialmente pueden asaltar cuenten con profesionales de seguridad que buscan evitar o contrarrestar el manejo de armas con el que los piratas puedan llegar a operar.
