Gran parte de los órganos son esenciales de cara al correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, pero son los riñones los que cuentan con un protagonismo especial. El motivo, porque son los encargados de filtrar la sangre para eliminar toxinas y convertir los desechos que se generan en orina. Esa es su función principal, pero desarrollan otras como la de contribuir al control de la presión arterial y a la producción de glóbulos rojos.
Que los riñones estén en un buen estado es fundamental para la salud de todo nuestro organismo. Hay muchas formas de cuidar de ellos, de mantener su bienestar y una de ellas es la de comer alimentos que beneficien el funcionamiento de los mismos.
Fruta muy nutritiva
El arándano es una fruta altamente nutritiva que ha sido utilizada durante miles de años por los nativos americanos. Estos lo consumían tanto fresco como seco y lo hacían aprovechando toda la planta: el fruto, las hojas, las flores, los tallos y las raíces. Todo con fines terapéuticos. Y es que el arándano es un alimento muy eficaz para combatir diversas enfermedades ya que se trata de una excelente fuente de vitaminas como la C y las del grupo B, minerales, antioxidantes y ácidos esenciales.
Cuando hablamos del arándano lo hacemos de un fruto del bosque con cualidades antioxidantes, que es antiinflamatorio y antibacteriano. Por tanto, incorporar el arándano en el día a día ayudará a mantener los riñones en buen estado y la vejiga limpia. Estas bayas de sabor ácido son las que permiten combatir los cálculos renales y otras infecciones en las vías urinarias. La gran cantidad de ácidos orgánicos incrementan la acidez de la orina e impiden la proliferación de bacterias, a la vez que los flavonoides desinflaman las paredes venosas, impidiendo que los microorganismos se adhieran y se multipliquen.
Otras propiedades
Al tratarse de uno de los alimentos con mayor contenido de antioxidantes, el consumo de este fruto fortalece en sistema inmunitario. Entre sus beneficios, además de ser el mejor aliado contras las infecciones urinarias, destacan:
- El suplemento NT 020 presente en los arándanos, té verde y vitamina D3, mejora la función cognitiva en las personas mayores, aumentando la velocidad para procesar la información según quedó demostrado en un estudio de la Universidad del Sur de Florida, Estados Unidos.
- Menos posibilidades, sobre un 10% menos, de desarrollar hipertensión si se añaden arándanos al desayuno, la merienda o simplemente se consumen mediante finos bocadillos.
- Fortalecen el sistema inmunológico al ser ricos en vitaminas A, B y C, combatiendo además las infecciones. La vitamina C que está presente en los arándanos ayudará a las personas a evitar los molestos resfriados y a aliviar los síntomas gripales.
- Los arándanos deshidratados pueden ser empleados para la diarrea, pero también para tratar trastornos oculares como la poca visión nocturna, la fatiga ocular y la miopía.
Los expertos los recomiendan
La composición y el valor nutricional de los arándanos son un tesoro para nuestra salud. A ello se suma que son bajos en calorías, unas 46 por cada 100 gramos. Todo esto hace que muchos los consideren como la fruta del siglo XXI. Los arándanos se pueden comprar frescos, congelados, desecados, prensados, en zumo o gelatina. Según muchos expertos, los congelados mantienen las vitaminas y antocianinas, mientras que los calentados para elaborar mermelada o zumo pasteurizado pierden mucha vitamina C.
Los arándanos silvestres suelen tener peor aspecto, pero un sabor más puro que los que han sido cultivados. Cuanto más aromáticos sean los arándanos, más sabrosos estarán. Por último, se pueden conservar una tres semanas y no se deben lavar hasta que se vayan a utilizar.
