El pescado es una alimento que recomiendan todos los expertos en salud de todo el mundo porque sus grasas son beneficiosas para el corazón y además tiene un alto contenido en proteínas que son fáciles de absorber. Nuestro país es uno de los punteros para degustar un buen pescado y no sólo por los productos que ofrecen nuestros mares, también porque somos una de las cuatro regiones del planeta que más lo consume. Peleamos en Europa por la primera posición con Portugal y Noruega y con Japón fuera del continente. Se da la circunstancia de que las cuatro son las que más esperanza de vida tienen. Por algo será.
Mientras que cada vez se recomienda menos carne roja y procesada por su asociación con varias enfermedades, los pescados son un alimento que los médicos consideran que hay que aumentar en la dieta: “Entre sus propiedades se encuentran que aporta entre un 18% y un 20% de proteínas de alto valor biológico, es una estupenda fuente de vitaminas del grupo B, además de aportar vitaminas liposolubles A y D”. Añaden que “los pescados son ricos en yodo, fósforo, potasio, magnesio y calcio si se consumen con espinas y contiene escaso tejido conjuntivo, lo que hace que su digestibilidad sea mayor», aseguran desde la Fundación Española del Corazón (FEC).
Aunque en España cerca de un 92% de los españoles consumen todos los meses pescado, la FEC explican que no todos comen los tres o cuatro filetes de pescado que se recomiendan semanalmente. Y a ello hay que añadir que no siempre se eligen los más saludables. Un ejemplo de ello es que se opta por las varitas de merluza, palitos de cangrejo y el salmón ahumado, que aunque son populares y tienen el cartel de saludables, perjudican en realidad a la salud.
En general, hay tres tipos de pescado que los médicos recomiendan evitar en la mayor medida posible.
La tilapia
No es un pescado bueno para nuestra salud y tampoco para el planeta. Se trata de una especie que cría, en su mayor parte, en China y en grandes piscifactorías abarrotadas en las que se pretende dar una solución a su alta demanda. Es un producto muy barato y que para que tenga algo de sabor requiere ser rebozado. Es un pescado blanco y, por eso, se puede sustituir por la merluza, que es más nutritiva.
La panga
También procede de Asia y su mala fama viene que Carrefour dejó de venderlo en 2017. El 90% de la panga que se encuentra en Europa llega desde el río Mekong, con una de las aguas más contaminadas y con más plásticos del mundo. Eso sí, el pescado que llega a Europa ha pasado antes con estrictos controles de calidad.
La panga tiene también falta de sabor y además, comparado con otro pescado blanco como la merluza, tiene casi la mitad de proteínas y entre un 60-80% menos de ácidos grasos poliinsaturados. Y si lo comparamos nutricionalmente con los pescados azules, el panga sale aún peor parado, aseguran varios expertos.
La perca
Para cerrar este trío de pescados poco recomendables está uno de origen africano, que suele ser ofrecido con rebozados y guisos. Se trata de la perca, con un valor energético realmente bajo y que por ello suele ser utilizado en dietas de adelgazamiento.
Hay que recordar que en el caso de los pescados, el hecho de que tenga menos grasas no es mejor, ya que estas son buenas para el corazón. Eso sí, dentro de los tres tipos de pescados no recomendables, la perca tiene un contenido más alto en proteínas, pero no mucho más.