Siempre hubo historias que se convirtieron en mitos, que no se pudieron comprobar, pero que mucha gente ha contado en más de una ocasión como ciertas. Desde la aparición de las redes sociales, han aumentado las mismas sobre cualquier temática, también sobre los coches y las velocidades que pueden alcanzar alguno de ellos. Una de ellas, la de un Seat Ibiza que un radar de la Dirección General de Tráfico (DGT) cazó a 415 km/h. ¿Era real? Pues la respuesta de la Guardia Civil fue clara: era un mito. Uno más.
Como dijimos, las redes sociales han ayudado a mitificar ciertos hechos y uno de ellos son los excesos de velocidad haciendo incluso rankings de velocidades en los que se habla de coches y deportivos que fueron cazados por radares en diferentes controles. En ocasiones puede que fuese cierto, pero es realmente impensable creer que un Seat Ibiza pudiera alcanzar los 415 km/h.
A pesar de ello, la noticia corrió como la pólvora por rede sociales e incluso algún que otro medio de comunicación llegó a publicarla. Quizá sea porque muchos creyeron que el Seat Ibiza podía estar a la altura del Bugatti Veyron, un coche de 1.001 caballos fabricado por el grupo Volkswagen hace años, que es capaz de alcanzarla.
La historia de este Seat Ibiza
El mito del Seat Ibiza a más de 400 km/h, confirmado por la propia Guardia Civil, era un mito. No podía ser de otra forma, sobre todo por el coletazo final: el coche echaba tinta negra por el tubo de escapa, una imagen de videojuego que se usa de forma popular para descalificar a los vehículos diésel.
Todo fue idea de un influencer del mundo del motor que decidió meter algo de picante al ranking de las pilladas de velocidad más rápidas de la historia. Incluso desde Seat se confirmó, a través de un trabajador en redes sociales, que era materialmente imposible que un Ibiza se pudiera acercar, ni de lejos, a esa velocidad ya que su límite estará en los 200 km/h.
Las consecuencias de las altas velocidades
Conducir a velocidades tan elevadas no sólo es ilegal, también extremadamente peligroso. A partir de los 120 km/h la capacidad de reacción del conductor disminuye y la distancia de frenado se multiplica. A velocidades como la que se dijo que iba el Seat Ibiza, un accidente sería prácticamente mortal para todos los implicados.
Para luchar contra los excesos de velocidad, desde la DGT y los Cuerpos de Seguridad han reforzado el uso de radares móviles, drones de vigilancia, helicópteros y cámaras inteligentes. Además, se están instalando radares de tramo y tecnologías de lectura de matrículas en puntos críticos. Las sanciones por exceso de velocidad pueden ir desde los 100 euros sin pérdida de puntos hasta penas de prisión y retirada del carnet, dependiendo del exceso.
Entre las multas más graves por exceso de velocidad en España destacan cinco casos:
- Porsche 911 GT3 RS, cazado a 297 km/h en la radial 4 de Madrid. El conductor, con una discapacidad que limitaba su velocidad a 100 km/h, fue sancionado con 3.600 euros y un año sin carnet.
- Porsche 911 GT3, detectado a 296 km/h en una carretera nacional limitada a 90 km/h.
- Un ciudadano francés conduciendo un Porsche Turbo a 295 km/h cerca de Salamanca.
- Un Nissan GT-R R35 captado a 276 km/h en Almería. Fue condenado a cuatro meses de prisión y 3 años sin carnet.
- Un coche cazado cerca de Madrid a 255 km/h con un límite de 90 km/h. La multa fue de 2.750 euros y un año sin carnet.