Localizar un aparcamiento en las ciudades puede llegar a convertirse en una verdadera odisea. Después de unas retenciones, unas pocas plazas o la presión del reloj, muchas veces los automovilistas y conductores se van a conformar con una solución rápida en la que el precio puede ser muy elevado. Una de sus «soluciones rápidas» es la que consiste en estacionar, hacia el sentido contrario de la marcha. Es esta última la que no perdona la Dirección General de Tráfico (DGT). Si decidís estacionar así os va a salir caro, ya que puede conllevar a sanciones de hasta 500 euros y a la retirada de seis puntos del carnet.
Aparcar en sentido contrario: una infracción frecuente, pero muy cara
Ver coches aparcados en sentido contrario es bastante habitual, sobre todo en calles de doble sentido de la marcha. El problema viene cuando un conductor, tras ir dando vueltas y no encontrar aparcamiento, ve un hueco del lado contrario y decide cruzar al sentido contrario para aparcar. Esta práctica que parece inofensiva realmente infringe las normas de circulación y en sí misma es ya un peligro.
Conforme a la normativa ya establecida, siempre se ha de realizar estacionamiento en el sentido de la marcha, y, a ser posible, más cerca del borde derecho de la calzada. Solamente en calles de único sentido de circulación se permite aparcar también junto al borde izquierdo. No respetar esta regla no solamente puede suponer una sanción, sino que también es arriesgar la vida de peatones y conductores.
Lo que dice la normativa de la DGT
El Reglamento General de Circulación lo dice muy claro. En su artículo 90 establece que «cuando en vías urbanas se realice la maniobra de estacionamiento, en la calzada o en el arcén, deberán situarse los vehículos junto al borde derecho, salvo en las vías de único sentido de circulación donde podrán también situarse junto al borde izquierdo».
Esto significa que en calles de doble sentido de circulación está completamente prohibido estacionar en sentido contrario. La sanción se agrava si sois sorprendidos cruzando al sentido contrario para aparcar. La voltereta se considera «conducción en sentido prohibido» (artículo 77 de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial), y esta maniobra puede ser considerada grave, ya que puede suponer una sanción de hasta 500 euros y la pérdida de 6 puntos del carné.
Las consecuencias de aparcar al revés
Si simplemente dejamos el vehículo puesto en el sentido contrario, la multa será de 100 euros, pues será considerado una falta leve; no obstante, si nos pillan en el momento, prepárate para pagar, pues la sanción será de 500 euros y puede conllevar también una pérdida de puntos en el permiso de conducir. No debemos olvidar, además, que existe un riesgo en la realización de estas maniobras, ya que invadir el carril contrario puede suponer accidentes con otros vehículos o, en el caso de no tener cuidado, atropellos.
De este modo, si podemos evitar el conflicto con respecto a las normas de aparcamiento, es mejor hacerlo; si, por ejemplo, encontramos un hueco en el lado opuesto, mejor seguir hasta que podamos girar y aparcar correctamente. Puede parecer que perder el tiempo y no ir a aparcar de forma rápida es un inconveniente, pero es mejor que exponerse a una multa y a la vez correr un riesgo. Pongamos otro ejemplo: el aparcamiento en línea, cuando generalmente es peligroso y podría quizás ser la mejor alternativa, todo con tal de no tener que afrontar una regulación, la pérdida de puntos.
Aparcar mal no empeora el estado de nuestra economía personal, sino también la seguridad del resto de las personas que usamos la vía o la calle. La próxima vez que busquéis un lugar para aparcar, pensáoslo dos veces, ya que cruzar el carril contrario no es broma; la DGT está encima, y 500 euros no son mucha broma.