Las amas de casa han sido las eternas invisibles del sistema durante mucho tiempo. Su trabajo incansable y carente de días de vacaciones, además de no ser remunerado, les negaba el acceso a la pensión de jubilación al alcanzar cierta edad. Si bien, al no estar de alta en la Seguridad Social, siguen sin tener acceso a la pensión de jubilación, ahora pueden ser beneficiarias de una pensión no contributiva al llegar a la edad de retiro. Te contamos todos los detalles acerca de esta ayuda, qué requisitos debes cumplir para poder solicitarla y cuáles son las cuantías.
¿Qué son las prestaciones no contributivas?
Las pensiones no contributivas, son aquellas prestaciones económicas que se reconocen a los ciudadanos que carecen de recursos suficientes para su subsistencia, incluso cuando no hayan cotizado nunca a la Seguridad Social o no lo hayan hecho durante el tiempo suficiente para poder tener acceso a las prestaciones contributivas. Estas pensiones no contributivas pueden ser de jubilación o de invalidez.
Con esta medida se premia el trabajo silencioso de tantas personas que se han dedicado toda su vida al cuidado del hogar y de la familia. La gestión de estas prestaciones no contributivas está atribuida a los órganos competentes de cada Comunidad Autónoma que tienen trasferidas las funciones y servicios del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO).
Estos son los requisitos para poder acceder a una pensión no contributiva
Para poder acceder a una pensión no contributiva, la persona debe cumplir con una serie de requisitos:
- El solicitante debe carecer de ingresos o tener ingresos inferiores a los establecidos anualmente. Para 2024, este límite se encuentra fijado en 7.250,60 euros anuales.
- En el caso de que el solicitante viva con familiares, la suma de las rentas o ingresos anuales de todos los miembros de la unidad económica de convivencia debe ser inferior a ciertas cuantías.
En el caso de tratarse de una pensión no contributiva de jubilación, además deben cumplirse estos requisitos:
- El solicitante debe ser mayor de 65 años en la fecha de la solicitud.
- El solicitante debe residir legalmente en el territorio español y haberlo hecho durante 10 años, entre la edad de 16 años y la de devengo de la pensión, de los cuales dos deberán ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud.
En el caso de tratarse de una pensión no contributiva de invalidez, además deben cumplirse estos requisitos:
- El solicitante debe ser mayor de 18 años y menor de 65 en la fecha de la solicitud.
- El solicitante debe residir legalmente en el territorio español durante cinco años, los dos últimos deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud.
- Además, debe tener una discapacidad o enfermedad crónica en un grado igual o superior al 65%.
Esta es la cuantía de esta pensión
Tanto en el caso de la prestación no contributiva por jubilación como la de invalidez, la cuantía máxima es de 517,90 euros al mes por solicitante, o lo que es lo mismo, 7.250,60 euros al año. Deber tener en cuenta algo importante y es que este tipo de pensión no contributiva es totalmente incompatible con cualquier otra, por lo que si reúnes los requisitos para solicitar varias, solo podrás ser beneficiario de una de ellas.
Así puedes solicitar tu pensión no contributiva
Tanto la gestión como el reconocimiento de estas pensiones se realiza por las Comunidades Autónomas. La solicitud de la misma por lo tanto, debe presentarse en las oficinas de los Servicios Sociales de las Comunidades Autónomas, del Imserso o en cualquier otra de la Seguridad Social, en las que se facilitará el impreso correspondiente. También se puede realizar de forma telemática a través de la sede electrónica del organismo encargado en tu comunidad autónoma.
