Desde el Ministerio de Trabajo se ha puesto en marcha una reforma clave en el objetivo de controlar la jornada laboral y que afectará tanto a las empresas como a los empleados. Se trata de un nuevo registro con el que se pretende diferencia con claridad las horas efectivas, de disponibilidad y extraordinarias, además de obligar a que el sistema sea digital. A partir de ahora, las empresas deberán adaptarse a un sistema electrónico fiable, que también quedará a disposición de la Inspección de Trabajo en tiempo real. Con esta medida se pretende reforzar los derechos de los trabajadores y asegurar que cada hora trabajada queda reflejada y reconocida, lo que evitará posibles conflictos entre el trabajador y el dueño de la empresa.
Este cambio supone el adiós definitivo al fichaje en papel y marca un paso más en la lucha contra los abusos en las horas extras no remuneradas. Se pretende garantizar un mayor control de los tiempos de trabajo y ofrecer a los trabajadores un acceso inmediato y transparente a sus propios registros.
Un giro radical en el control del trabajo
El Ministerio de Trabajo quiere cambiar por completo todo lo relacionado con el control de la jornada laboral en España. Con la nueva normativa, el fichaje en papel o las hojas de cálculo quedarán atrás ya que todas las empresas estarán obligadas a implantar un sistema digital de registro horario, aunque en la actualidad es algo con lo que ya cuentan muchas empresas. Estas medidas buscan garantizar una mayor fiabilidad en los datos y evitar manipulaciones que, hasta la fecha, eran difíciles de detectar por parte de la inspección.
Este cambio afectará a todas las empresas, tanto grandes como medianas y pequeñas y tiene el objetivo de unificar criterios y ofrecer a los trabajadores un acceso más claro y sencillo a sus horarios. Para conseguirlo, permitirá el uso de aplicaciones móviles, programas informáticos o dispositivos electrónicos que dejen constancia exacta de las horas de entrada y salida de los empleados.
La diferenciación de horas: ordinarias, de disponibilidad y extraordinarias
Un punto clave en este nuevo registro es la diferencia entre los diferentes tipos de horas trabajadas. Ahora quedará claramente separadas las horas ordinarias de las extraordinarias y las de disponibilidad, algo que venía generando duras entre los trabajadores y confusión en muchos sectores. Esto supone que si un empleado está localizable aunque no esté trabajando de forma activa, esto también quedará reflejado en el sistema.
Con esta clasificación los trabajadores tendrán la posibilidad de conocer al detalle el tiempo que dedican realmente a su empleo. Además, facilitará el cálculo de las horas extra y evitará abusos en los que muchas veces se enmascaran largas jornadas de trabajo bajo el concepto de flexibilidad. Así, el gobierno busca reforzar la protección laboral y dar más transparencia a la relación entre empresa y empleado.
Mayor transparencia y sanciones
Otro punto que destaca con la entrada en vigor de la nueva normativa es que los trabajadores podrán consultar de forma directa sus registros horarios. Esto quiere decir que cada empleado tendrá la posibilidad de comprobar cuantas horas ha trabajado, cómo se computan y si su empresa respeta la ley. Una forma de empoderar al trabajador y darle herramientas frente a posibles irregularidades. Además, la Inspección de Trabajo también dispondrá de un acceso ágil y fiable a los registros. Esto facilitará las comprobaciones en caso de denuncia o de sospecha de fraude.
El incumplimiento de la normativa conllevará sanciones económicas que podrían ser elevadas para las empresas reincidentes.
