Costó, pero se consiguió la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en este 2025. Lo hizo en un 4,4% después de largas negociaciones entre el Gobierno, los sindicatos y los empresarios. La mejora se traduce en 50 euros más al mes, 700 euros al años. También hubo mejoras para los empleados temporadas y las trabajadoras del hogar, cuya normativa en cuanto a condiciones salariales se recoge en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Para los trabajadores temporales y eventuales, con contratos que no superan los 120 días, la normativa establece que, además de su salario, recibirán la parte proporcional de las retribuciones por domingos y festivos, así como las gratificaciones extraordinarias correspondientes. Además, se fija que su remuneración nunca podrá ser inferior a los 56,08 euros por jornada laboral completa.
En cuanto a las empleadas del hogar, estas contarán un nuevo salario mínimo por hora trabajada. De acuerdo al BOE, la cantidad que recibirán por cada 60 minutos de trabajo será de 9,26 euros respecto a los 8,87 euros que recibían en 2024. Este aumento beneficiará a quienes desempeñen labores domésticas bajo este régimen laboral, mejorando así una mejora en su retribución.
Así quedó todo
Tras su aprobación el pasado 11 de febrero, con aplicación retroactiva desde el 1 de enero de 2025, todas las nóminas deben reflejar el nuevo SMI. Por tanto, todas aquellas personas que trabajen a jornada completa tendrá un sueldo mínimo de 1.184 euros mensuales en 14 pagas o de 1.381 euros en 12 pagas. Si el trabajo es a tiempo parcial, los ingresos se ajustarán de manera proporcional según las horas semanales.
- 40 horas semanales en 12 pagas: 1.381 euros brutos, que quedarían en 1.293,20 netos.
- 40 horas semanales en 14 pagas: 1.184 euros brutos, 1.095,87 netos.
- Menos de 40 euros, el salario se calcula de manera proporcional al SMI (9,26 euros/hora).
- La cotización a la Seguridad Social se basa siempre en el SMI, sin importar las pagas.
Las implicaciones fiscales que conllevan este cambio
Uno de los puntos que más controversia ha generado dentro de los cambios realizados ha sido la decisión del Ministerio de Hacienda de aplicar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) al SMI. Hasta la fecha, los aumentos del SMI estaban exentos de tributación para que las personas que ingresos más bajos se viesen afectados, pero en esta ocasión no ha sido así. Pero de acuerdo con la vicepresidente y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la mayor parte de los beneficiarios del SMI seguirán sin tributar, sólo afectará a un 20% aproximadamente.
Los más perjudicados serán aquellos trabajadores que están en condición de solteros y sin hijos, quienes podrían perder 300 euros sobre el incremento de 700 euros anuales. Aquellos con pareja e hijos mayores de 3 años sufrirán una reducción menor, sobre 100 euros anuales.
Una medida que genera controversia
El aumento del SMI busca mejorar la calidad de vida de aquellos trabajadores con ingresos más bajos. Pero la decisión de no ajustar el mínimo exento de IRPF ha generado críticas pues se reduce el beneficio que se buscaba con esta mejora. Así, son varios los sindicatos que mostraron su preocupación porque muchos profesionales iban a percibir una subida menor de la esperada. Desde el Gobierno se defendió la subida del SMI como un avance en los derechos laborales.
En general, la subida del SMI en 2025 es un avance importante en la mejora de las condiciones laborales de los trabadores con ingresos más bajos, reduciendo así la brecha salarial. Sin embargo, la aplicación del IRPF a parte de estos profesionales reduce considerablemente el impacto real de la subida.
