Cuando decimos comprar un coche no es por mero capricho, es una necesidad que implica un gasto considerable y cada vez mayor. Por eso, es importante tener claro el presupuesto con el que contamos y la idea de vehículo que queremos. Salvo en casos concretos, la mayoría de las personas suelen optar por la financiación, no por pagarlo al contado.
Las personas que deciden, por la razón que sea, pagar el coche a plazos tienen dos opciones: hacerlo mediante un préstamo de una entidad bancaria o financiarlo mediante el propio concesionario. Al igual que cuando nos tenemos que decidir por el vehículo, aquí también hay que pensarlo detenidamente.
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se han estudiado las dos opciones anteriormente mencionados para que todos los interesados en hacerse con un coche puedan tener la mayor información posible a la hora de decidirse por la fona de financiación.
Los préstamos bancarios
La financiación mediante una entidad bancaria suele ser, de acuerdo con la OCU, más transparente en cuanto a los costes asociados. Y es que los bancos están obligados por ley a dar toda la información sobre la Tasa Anual Equivalente, TAE, en la que se resumen el coste total que tendría el préstamo que hemos solicitado.
Es importante saber que el tipo de interés desde los bancos será más bajo respecto de los concesionarios, aunque tendrán condiciones extras como puede ser la contratación de seguros de vida o la domiciliación de la nómina.
Los concesionarios
Por parte de los concesionarios hay que decir que se ofrecen descuentos más atractivos y en muchos casos pueden ser muy difíciles de rechazar. Pero ojo, hay que leer la letra pequeña porque incluyen comisiones de apertura y otros tipos de gatos que al final lo que hacen es aumentar el coste total.
Lo que dice la OCU
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios se ha publicado una comparación entre las dos financiaciones. En algunos casos, los descuentos que nos ofrecen desde los concesionarios no compensan los costes adicionales asociados a su financiación y ponen el siguiente ejemplo: un coche con un precio de venta de 30.000 euros puede rebajarse a 27.000 euros con la financiación del concesionario, pero los costes adicionales pueden hacer que el precio final sea superior al original.
Las recomendaciones de la OCU para aquellos que quieren tener las mejores condiciones posibles a la hora de comprar un coche son las siguientes:
- Hay que comparar las ofertas y para ello podemos utilizar los compradores de préstamos personales que nos permiten analizar las diferentes opciones que están disponibles en el mercado.
- Siempre hay que leer los documentos de arriba abajo, asegurarnos de que entendemos todas las condiciones del préstamo: comisiones de apertura, productos vinculados y cláusulas.
- Hacer un cálculo del coste total y no decidirnos por los descuentos iniciales.
- Consultar a los expertos, buscar asesoramiento antes de dar el paso.
Por tanto, de acuerdo con el estudio realizado de la OCU, la transparencia es clave en el momento de elegir una opción de financiación. Por este motivo los interesados en hacerse con un coche debe tener toda la información posible sobre los costes extras para no tener sorpresas. Desde la OCU se ha denunciado que en muchos casos hay falta de transparencia en la financiación, considerando que algunas ofertas son “opacas”.
Desde la OCU se desveló que, de media, las personas que optan por la financiación de concesionarios terminan pagando entre 2.000 y 4.000 euros más que los que optan por las entidades bancarias.
