La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recientemente alertado a la población de una de cuantas ‘ofertas trampa’ circulan en la actualidad por el mercado, un tipo de ofertas que promete un producto o servicio gratis o casi, cuando, en realidad, no lo es. Pasa a veces con las compañías de telefonía móvil y otras muchas con otro tipo de empresas, que uno se encuentra con propuestas de aislamiento de tu casa por solamente un euro o, a veces, ni tan siquiera eso; directamente gratis. Y hay quien pica, claro, porque suena atractivo, aunque, como la OCU desvela, es imposible ver realmente algo así; tiene un coste, a veces, oculto en la letra pequeña.
Ciertamente, no oculta la OCU que hay ocasiones en las que, tal y como promete la empresa que realiza la oferta atractiva, hay dueños que acaban por no pagar nada, o pagan bien poco. Según indica esta entidad sin ánimo de lucro, este tipo de compañías intenta captar fundamentalmente a los propietarios de viviendas de uso unifamiliar a los que proponen ayudar a reducir el coste de la calefacción en invierno a la mínima expresión colocando en sus buhardillas material aislante. Sin embargo, una firma a ciegas; aceptar sin leer el contrato, puede terminar en una insospechada factura elevada.
¿Por qué lo hacen?
Llegados a este punto, puede pensar cualquiera que una oferta así esconde una estafa, y no; puede esconder un engaño o un aprovechamiento por desconocimiento de la parte contratante, pero no se le podría llamar de esta manera exactamente (quizás sí ‘pillería llevada a la máxima esencia’). Realmente, la obra estará; te la harán gratis o por el coste ínfimo que te han prometido que te costaría, y puede estar bien hecha, pero, como decían en su día las abuelas, nadie regala los duros a cuatro pesetas… Todo tiene que ver con el CAE, el sistema de Certificados de Ahorro Energético promovido por el Ministerio para la Transición Ecológica.
Con base en este sistema, las grandes compañías energéticas tienen que aportar millones de euros a lo que se ha venido a llamar Fondo Nacional de Eficiencia Energética. Esta obligación, tipificada por ley por el Gobierno, tiene un salvoconducto, como recuerda la OCU, y es que consigan probar que han ahorrado energía gracias a algunas de sus actividades… como pueden ser esos CAE que obtienen al aislar tu casa por un precio irrisorio. Al hacerlo, el ahorro llega a ser importante en kilovatios hora, un ahorro que, si has firmado el contrato sin atender a la letra pequeña, contará como suyo, y no como tuyo. Uno que, una vez presenten el certificado, les permitirá no tener que pagar tanto a ese fondo y ahorrarse, quizás, más de lo que costaba la obra.
La OCU advierte de los riesgos
Llegados a este punto, más de uno puede pensar que se trata de un win-win, que el acuerdo no es más que una simbiosis en la que las dos partes ganan; en el caso del propietario, una reforma gratis y un ahorro a cambio del certificado que consigue quien te ha hecho el ‘regalo’. Suena sencillo… pero, como advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), no todo es tan fácil. La obra, de hecho, puede conllevar algunos riesgos.
Por ejemplo, que el contrato incluya ‘cláusulas trampa’ como que, si finalmente la empresa no consigue obtener ese certificado CAE tengas que pagar la obra completa, de tal manera que, si no reducen la multa, por lo menos se garantizan el cubrir gastos. También existe la posibilidad de que la empresa (normalmente la de reformas, que es la que hace de intermediaria con la energética) no sea realmente la responsable, sino una fantasma que pueda estar utilizando tus datos o, incluso, desaparecer si algo va mal. Porque esta es otra posibilidad, que no te aíslen correctamente la casa, bien porque la calidad de los materiales no es la adecuada o bien porque la obra no está bien hecha, lo que puede derivar en problemas futuros en tu domicilio tales como humedades.
