En España, todo aquello que gusta, lo incorporamos como nuestra familia como si fuese uno más. Es lo que ha pasado con los panettones, que de ser un dulce importado se han convertido en una auténtica obsesión para los ciudadanos madrileños en los últimos años cada vez que llega el mes de diciembre. Aunque su origen está en la tradición repostera de Milán, este brioche alto, aromático y laborioso ha conquistado a los paladares españoles con su masa esponjosa y su infinita variedad de sabores. En la capital, algunas pastelerías han elevado el producto a la categoría de arte, convirtiéndose en destino obligado para quienes buscan el bocado perfecto de la Navidad. Destacan los de Zúccaru, Casabase, Marea Bread, Panadarío, Mallorca y La Duquesita.
Italia en el centro de Madrid
Uno de los nombres imprescindibles en la lista es Zúccaru, situado en la Calle Vergara, 16. Se trata de una pastelería y heladería siciliana que ha logrado traspasar el espíritu italiano al centro de la capital. Su panettone se elabora con fermentación natural de masa madre y una selección minuciosa de ingredientes que respeta la esencia del dulce original. La carta, además, incluye opciones para todos los gustos, desde los clásicos con frutas hasta propuestas más atrevidas como el panettone de pistacho o el de chocolate. Su oferta para la época navideña se completa con turrones y postres italianos tradicionales.
Casabase, en Núñez de Balboa, 34, es otro referente de la gastronomía italiana. Sus panettones, sobre todo el clásico, acumulan reconocimientos a nivel nacional. La tienda cuenta con la línea Casabase Premium, una colección exclusiva creada en colaboración con maestros pasteleros italianos en los que cada pieza roza la perfección artesanal.
Otros panettones ‘madrileños’
En el norte de la ciudad, Marea Bread, Calle de Oña, 125, elabora uno de los panettones más cuidados de Madrid. Su proceso artesanal de 72 horas y la selección de frutas exóticas que posteriormente confitan durante cinco días como resultado de un panettone de textura sedosa y sabor cítrico único. Su frescura se mantiene cada semana, lo que demuestra el rigor técnico que caracteriza al obrador.
El obrador Panadarío, en Alonso Heredia, 25, se ha convertido en otro de los grandes nombres de esta ruta de grandes panettones. Con un enfoque centrado en la artesanía, el mimo al detalle y la calidad absoluta de sus materias primas, su panettones, sobre todo el clásico y el de doble de chocolate, se agotan cada año. Su llegada al obrador es, para muchos, el verdadero inicio de la temporada navideña.
Dos históricos de la capital
Entre los referentes de la ciudad se encuentra Pastelería Mallorca, con varias ubicaciones en Madrid. Fundada en 1931, esta casa familia ha sabido adaptar la tradición a los gustos contemporáneos. A sus versiones clásicas, con frutos secos y chocolate, se han sumado las nuevas propuestas como el panettone de dulce de leche y el de cappuccino, grandes tentaciones para quienes buscan un toque más goloso.
No se puede cerrar la lista de los mejores panettones madrileños sin cita La Duquesita, en Fernando VI, 2, una de las pastelerías más emblemáticas de la capital. Sus piezas, elaboradas con su masa madre y técnicas artesanales, destacan por su alveolado perfecto y su sabor profundamente aromático. Entre sus variedades sobresalen el panettone de chocolate, el de fruta y el de castaña, este último convertido ya en un clásico.
Por tanto, en estas fechas navideñas, además los turrones hay que añadir a la mesa los panettone y en Madrid hay sitios donde están tan ricos como los tradicionales italianos.
