Con la Navidad a la vuelta de la esquina, los hogares del mundo se dividen entre aquellos que esperan con ilusión a Papá Noel y quienes escriben su carta a los Reyes Magos. Algunos, incluso, prefieren no elegir y esperan regalos por ambas partes.
Mientras que el origen de los Reyes Magos es eminente bíblico, el de Papá Noel es mucho más complejo y aúna elementos del cristianismo, de la mitología nórdica así como de diversas culturas . De hecho, el personaje de Papá Noel ha ido evolucionando a lo largo de la historia hasta convertirse en lo que es hoy en día. Y aunque muchos piensan que es un invento de Coca-Cola, no es verdad. Te contamos la historia de cómo se forjó el mito de Papá Noel.
Nicolás de Bari, el obispo de los niños, es el origen histórico de Papá Noel
Nicolás de Bari, convertido en San Nicolás tras ser santificado, fue un personaje histórico que realmente existió entre los siglos III y IV. Era un obispo, hijo de una familia rica de ascendencia griega que vivió en la ciudad de Mira, en la actual Turquía.
Este obispo se hizo muy popular porque, tras el fallecimiento de sus padres, repartió la riqueza de estos entre los más necesitados. Se ocupaba especialmente de los niños y por eso fue conocido como «episcopus puerorum» o el obispo de los niños. Lo más curioso era la forma que tenía de repartir regalos ya que, huyendo de la fama, se limitaba a dejar por la noche bolsas con dinero en las ventanas de la gente que lo necesitaba.
Tras su muerte un 6 de diciembre, se le santificó y se mantuvo la tradición de hacer regalos la noche del día 5 de diciembre a los niños en su honor. Esta fecha fue modificada tras la reforma de Martín Lutero, que en su afán de eliminar la veneración a los santos, estableció como fecha para los regalos el día 25 de diciembre, ligando así la festividad al nacimiento de Jesús.
Otros personajes mitológicos y de la cultura popular que se mezclaron con San Nicolás para dar lugar a Papá Noel
Algunos de los personajes de la cultura y la mitología que se han ido fusionando con el personaje histórico de San Nicolás hasta dar lugar al célebre Papá Noel, son las siguientes.
Por un lado, en el folclore inglés encontramos un personaje pagano que es considerado la personificación de la Navidad. Se le conoce como «Father Christmas» y aparece por primera vez en un antiguo villancico. Su aspecto según la tradición era el de un hombre anciano, con una larga y blanca barba y que llevaba sobre su cabeza un gorro con ramas de muérdago.
El dios de la mitología nórdica Odín también ha influido mucho en el actual mito de Papá Noel. Odín, según la leyenda, durante el solsticio de invierno surcaba los cielos volando en su carro. Desde las alturas, Odín iba recompensando a las personas buenas y castigando a las malas.
Por último, en varios países europeos, encontramos el personaje de Mikulás o Saintklass, que es un personaje basado en San Nicolás. Según la leyenda, el día 6 de diciembre dejaba regalos a los niños en una bota en la ventana. Este Saintklass, muy popular en los Países Bajos, fue exportado a Estados Unidos en sus colonias.
Evolución de la imagen de Papá Noel
La primera descripción física de un Papá Noel moderno, germen de la imagen actual que todos tenemos, la encontramos en un texto de Washington Irving, que adaptó el Saintklass holandés al inglés como Santa Claus. En ese texto lo describe como un marinero holandés, gordo y vestido con abrigo, guantes y botas de color verde.
Si bien, la imagen de Santa Claus se asoció desde entonces con la del anciano barbudo, a lo largo del siglo XIX encontramos representaciones del personaje de formas variadas: se representaba a veces gordo y a veces delgado, unas veces vestido de verde, otras de rojo y otras de azul.
A finales del siglo XIX, el dibujante Thomas Nast, creó unas tiras navideñas del personaje Santa Claus para una conocida revista. En ellas, se basó en la imagen de Irving del anciano rechoncho con abrigo de marinero y desde este momento, muchas marcas comenzaron a usar esa imagen como reclamo publicitario, casi siempre vestido de rojo.
No fue hasta la década de 1930 cuando Coca-Cola lanzó unos carteles publicitarios con la imagen de Santa Claus bebiendo su refresco. La marca por tanto no creó a Papá Noel, se limitó a usar su famosa imagen como reclamo publicitario igual que habían hecho antes muchas marcas, solo que con bastante más éxito.