Toda la atención del mundo a su bebé, como cualquier otro matrimonio o pareja. Es lo que hacen Alejandra y Jaime con su pequeño. La diferencia, es que se trata de un reborn. Para quién no esté al tanto, se trata de un muñeco / muñeca elaborado artesanalmente en vinilo o silicona con características tan realistas que llega a tener la apariencia de un bebe real.
La decisión de adoptar un bebé reborn viene porque no pueden tener hijos y es algo que a Alejandra la hizo caer en una depresión: “Me sentía aburrida, era verano y sólo quería estar llorando en el apartamento. Alejandro me compraba de todo y yo no era feliz, hasta el punto que llegué a pensar en soluciones radicales para terminar con mi vida”. Así, un médico les recomendó que adoptara un reborn como parte de la terapia. En un principio no compartían esa idea, ya que Alejandra fue adoptada de pequeña y no quería que su pequeño pasara por los mismos problemas por los que pasó ella durante su infancia: “Yo ni si quiera sé de dónde vengo”.
Ahora, tras cambiar de opinión y adoptar un reborn, la vida les ha cambiado: “He vuelto a ser feliz y a disfrutar de las cosas”, comentaba Alejandra en el programa ‘Y ahora Sonsoles’ de Antena 3. Con el pequeño ha dado un paso adelante y ha superado el duelo que afrontaba desde que supo que no podía ser madre. Alejandro también confesó que al principio no entendía lo del bebé reborn, pero que después ha visto su utilidad y que ambos están “muy contentos con la decisión tomada”.
La Inteligencia Artificial
Según cuenta Alejandra, su hijo está hecho con Inteligencia Artificial: “Mandamos la foto de cuando ambos éramos bebé y las fusionaron”. Este reborn llega desde Canadá, país en el que “son especialistas en hacer este tipo de juguetes y han conseguido que se parezca a nosotros”. Recordaron la emoción que tuvieron cuando les llegó el paquete y lo raro que fue todo porque el cartero les dijo que pesaba mucho y ella contestó que “era un niño” lo que portaba: “¡Vaya cara puso!”.
Desde ese momento, Alejandra y Jaime siguen la rutina de cualquier otra madre y padre. Le han preparado su habitación, todo acorde al muñeco, y no le falta ropa ni juguetes. Y, por su puesto, va con ellos a todas partes. Las terapias recomendaban que se lo tomaran en serio y es lo que están haciendo, su día a día es como si tuvieran un bebé de verdad. Tanto es así que se ponen una alarma de un bebé llorando para darle de comer cada tres horas.
Las miradas de los curiosos
A pesar de la felicidad con la que viven, no ha sido fácil por el entorno. Alejandra ha comentado que hay personas que la miran como si estuviera loca y que ese tipo de acciones le incomodan: “No me voy a poner a explicarles que no puedo ser mamá, que me encontraba falta y que esto nos ha ayudado a superar el hecho de no tener hijos”, declaró.
En cuanto a la opinión de los expertos, la psicóloga Silvia Álava entró en directo y explicó que es una terapia “interesante y útil”. Ha advertido que es importante que este tipo de tratamientos sea dirigido “por un profesional” y que no se tome la decisión a la ligera: “Es fundamental estudiar cada caso y en paralelo dar herramientas que ayuden a superar la situación y a afrontar ese duelo de vivir sin ser madre o padre”.