Guardar dinero bajo el colchón es una práctica común en muchos hogares, pero lo que pocos se preguntan es cuánto estás perdiendo realmente al hacerlo. A pesar de las múltiples alternativas disponibles hoy en día para hacer crecer nuestros ahorros, como los depósitos bancarios, las cuentas remuneradas y los fondos de inversión, una gran parte de la población sigue optando por esta forma tradicional de ahorro.
Según la Encuesta de Competencias Financieras 2021 del Banco de España, el 70% de los encuestados lograron ahorrar, pero la mayoría lo hicieron en productos que ofrecen muy poco rendimiento. En detalle, el 68% ahorra a través de cuentas corrientes y el 40% en efectivo, cifras superiores a las de 2016, que eran del 63% y 38% respectivamente.
Esta tendencia, sin embargo, entraña más riesgos que beneficios. Mantener el dinero en cuentas a la vista o guardarlo en casa no lo protege de la inflación, la cual ha sido particularmente alta en los últimos años. La inflación, al erosionar el poder adquisitivo del dinero, significa que esos ahorros pierden valor con el tiempo.
El panorama actual hace que esta práctica sea aún más perjudicial. Los bancos han comenzado a ofrecer intereses a través de cuentas remuneradas y depósitos, lo que significa que dejar el dinero debajo del colchón implica renunciar a cualquier tipo de rentabilidad. En una cuenta corriente típica, se puede obtener un rendimiento mínimo del 0,18%, mientras que la inflación cerró en un 3,6% en mayo de este año.
Depósitos, una opción viable para ahorrar
Guardar una pequeña cantidad de dinero en efectivo puede ser útil para emergencias, pero mantener grandes sumas en casa es arriesgado y poco rentable. Los depósitos bancarios representan una de las mejores opciones para proteger y hacer crecer los ahorros.
En el mercado de plazos fijos, existen ofertas muy atractivas que pueden llegar a ofrecer hasta un 3,60% de interés si se opta por depósitos en bancos europeos. Para aquellos que prefieren opciones nacionales, los depósitos españoles también ofrecen tasas competitivas, cercanas al 3%.
Un ejemplo destacado es el depósito a un año de Banca Progetto, que ofrece una rentabilidad del 3,60% para importes entre 10.000 y 100.000 euros. Además, este depósito incluye una bonificación adicional que puede aumentar los beneficios del ahorrador en función del monto invertido.
En cuanto a opciones nacionales, el Depósito Avantio Flexible a 1 año de Banca March ofrece una rentabilidad del 3,10% y permite la cancelación anticipada, aunque en ese caso el interés se reduce al 1,50%. En ambos casos, los fondos están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos, que cubre hasta 100.000 euros por titular y cuenta.
Cuentas remuneradas para el ahorro
Para aquellos que buscan una combinación de rentabilidad y disponibilidad inmediata del dinero, las cuentas remuneradas son la opción ideal. Actualmente, la cuenta remunerada más destacada es la de Trade Republic, que paga un interés del 3,75% por saldos de hasta 50.000 euros, generando un beneficio bruto de hasta 1.875 euros. Además, esta cuenta no tiene comisiones de mantenimiento ni de administración.
Otra alternativa interesante es la Cuenta Online de Sabadell, que ofrece un interés del 2,50% durante el primer año para saldos de hasta 50.000 euros, lo que puede traducirse en ganancias de hasta 1.250 euros. Además, esta cuenta devuelve el 3% de los recibos de luz y gas y tampoco aplica comisiones de ningún tipo.
Por tanto, aunque la práctica de guardar dinero bajo el colchón puede parecer segura, en realidad conlleva importantes desventajas. La inflación y la falta de rentabilidad son dos factores que hacen que esta opción sea menos atractiva que otras alternativas disponibles en el mercado. Aprovechar las oportunidades que ofrecen los depósitos y las cuentas remuneradas no solo protege los ahorros, sino que también permite hacerlos crecer de manera segura y efectiva.