La guerra de los aranceles impuesta por Donald Trump en el inicio de su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos ha puesto en alerta a todos los gobiernos y mercados del mundo, pero también a los propios ciudadanos norteamericanos. Tanto es así que cerca de medio millón de personas se echaron a las calles de ciudades de diferentes estados protestando por la política que está llevando Trump junto a sus asesor, el multimillonario Elon Musk. De lo más llamativo de la normativa puesta en marcha, es que entre los territorios afectados también están las islas de Heard y McDonald, situadas cerca de la Antártida y que únicamente están habitadas por pingüinos y que no han sido visitadas por humanos en casi una década ya que sólo son accesibles mediante un viaje en barco de siete días desde Perth.
Esta medida adoptada por el gobierno de Trump ha hecho que tanto en las calles como en redes sociales, los habitantes de este archipiélago autónomo de Australia situado en el Océano Índico se hayan convertido en referentes en la lucha global contra la decisión del mandatario americano, que impuso unos aranceles del 10% a todos los productos que provengan de esta isla en la que únicamente hay pingüinos y focas.
No han sido las islas de Heard y McDonald el único territorio curioso incluido en la tabla de aranceles de la Administración Trump, pues en el mismo también se encuentran Tokelau, dependiente de Nueva Zelanda con unos 1.600 habitantes, y las Islas Cocos, otro archipiélago australiano con unos 600 habitantes.
Los pingüinos protagonistas
Una vez conocida la lista de países afectados por esta iniciativa de Trump, muchos fueron los internautas que consideraron absurda la decisión del gobierno norteamericano y comenzaron a hacer de los pingüinos unos activistas anti-Trump. Así, muchos de los manifestantes que salieron a las calles en Estados Unidos utilizaron a pingüinos en sus pancartas y lemas bajo un mensaje global: Hands off (Quita las manos, en castellano).
La respuesta del gobierno de Trump
Las críticas e incluso burlas por incluir a estas islas entre los países afectados por los aranceles que desde el gobierno de Donald Trump tuvieron que pronunciarse. Lo Howard Lutnick, secretario de Comercio de EEUU, que declaró que los aranceles del presidente Trump se mantendrían vigentes “durante días y semanas” y que algunas islas habitadas por pingüinos están entre los territorios señalados para que no pudieran utilizarse como excusa legal por terceros: “Lo que ocurre es que, si se omite algo de la lista, los países que intenta manipular a Estados Unidos pasan a través de ellos a nosotros”, declaró a la CBS y añadió que “no hay posibilidad de postergarlo, se mantendrán vigentes durante días y semanas”.
Lutnick negó en todo momento que se haya utilizado la Inteligencia Artificial para establecer este plan arancelario y explicó que el objetivo del mismo no era otro que cerrar cualquier “vacío legal” del que se pudieran aprovechar otros países para introducir productos en Estados Unidos, un claro mensaje en el que se hacía referencia a China.
En Europa, un guiño a San Marino
San Marino se ha librado, en parte, del castigo de la política arancelaria del gobierno de Donald Trump. Mientras que los países miembros de la Unión Europea tendrán un arancel del 20%, el pequeño Estado incrustado en Italia únicamente lo tendrá del 10%. Esto ha hecho que sean muchas empresas italianas, y de otros países europeos, estudien la posibilidad de establecer una base en dicho lugar: “El teléfono de la Cámara de Comercio sigue sonando y las llamadas no son sólo de empresarios italianos sino también de otros países europeos”, declararon desde el gobierno de San Marino.
