¿A quién no le gusta un rico postre? Pues bien, si no queremos recurrir a la simple tableta de chocolate o a unas galletas compradas en un supermercado como Lidl, Mercadona o Aldi, podemos hacer nuestras ricas rosquillas de anís en casa. Además, no solo nos servirán para tomar de postre, sino que las podremos tomar también de merienda o desayuno. Así que métete en tu cocina y prepara estas rosquillas que te dejarán sin palabras.
Además, si tienes plan este fin de semana en el que recibas a familiares o amigos en casa, estas rosquillas impresionarán a todos. Nada mejor que unos dulces caseros para que todos quieran comer sin parar. Además, lo puedes acompañar luego con un chocolate caliente en los que sumergir estas rosquillas o un buen café.
Así que si quieres hacer estos dulces redondos, lo primer que tendrás que hacer es visitar un supermercado para comprar todos los ingredientes necesarios para lograr esta receta que seguro que os enamora y la volvéis a repetir en poco tiempo.
Ingredientes que necesitas para cocinar estas rosquillas caseras de postre
El postre, el mejor momento después de una comida, ya sea almuerzo o cena. Terminar con ese sabor dulce no tiene precio. Y aún mejor si son sabores caseros. Pero antes de empezar debemos comprobar si tenemos en casa todos los ingredientes necesarios, pero si no los tienes pues lo puedes solucionar rápidamente acudiendo a cualquier supermercado, ya sea Mercadona, Lidl o Aldi, ya que lo podrás encontrar en todos estos locales.
Esta es la lista de ingredientes: 3 huevos, 100 ml de aceite de girasol, 100 ml de leche, 30 g de anís (especia), Ralladura de 1 limón, 150 g de azúcar, 500 g de harina, aceite para freír y azúcar para bañar las rosquillas una vez que las tengamos ya fritas.
Como podrás comprobar son ingredientes comunes que puede que ya tengas directamente en tu cocina, porque son muy habituales para cualquier receta, ya sea para postre o cualquier otro plato que se nos pueda ocurrir.
Receta del postre rosquillas
Una vez tengamos todos los ingredientes preparados llega el momento de ponerse manos a la obra, o manos a la masa, ya que es lo primero que tenemos que hacer, la mezcla que dará lugar a las rosquillas que más tarde freiremos.
1- El primer paso será mezclar todos los ingredientes en un bol grande en el que nos sea cómodo trabajar. Echaremos los huevos batidos, el aceite, la leche, el anís, el limón, el azúcar y la harina. Por supuesto, en las cantidades que hemos recogido en el apartado anterior.
2- Una vez mezclado todo tocará amasar. Para que sea más cómodo, una vez que ya tengamos la masa con consistencia limpiaremos muy bien una zona de la encimera en la que echaremos harina para que la masa no se pegue y seguiremos amasando bien hasta que la mezcla obtenga la consistencia óptima.
3- Más tarde volveremos a meter la masa en el bol en el que habíamos estado trabajando anteriormente y dejaremos reposar la masa con un paño por encima.
4- El cuarto paso será mojarse las manos en aceite para poder maniobrar con la masa y que no se nos quede pegada en las manos y dedos mientras hacemos las bolitas a las que haremos el agujero en el centro y que adquieran la forma tradicional de las rosquillas.
5- Ahora ya estarán listas para entrar en el aceite de girasol para ser fritas, pero cuidado con que no se nos quemen.
6- Cuando las saquemos las podemos bañar en un plato con azúcar para que se les quede pegadas y tengamos ya disponibles estas ricas rosquillas de anís.
Así tendremos un postre que nos transportará rápidamente a nuestra infancia y a casa de nuestros abuelos.