Conforme pasa el tiempo es habitual que los teléfonos móviles, como otros dispositivos, comiencen a dar problemas relacionados con la batería. Lo más habitual es que muestren porcentajes de carga poco fiables e incluso se suele dar la situación de queden atascados en un número concreto. De hecho, en ocasiones, se pueden incluso apagar estando a la mitad de su capacidad de carga o subir de forma repentina del 90% al 100%. Todo esto tiene un motivo y no es otro que debido a que le sistema de medición interno ha perdido su precisión habitual
Para ello, hacer una correcta calibración es el secreto para recuperar la batería del teléfono móvil, pues ayuda a saber de forma clara cuánta carga se tiene y evita problemas y sustos inesperados como los apagones repentinos. Lo recomendable: descargarlo por completo, volver a cargarlo sin interrupciones y dejarlo un par de horas extra cargando.
Una solución sencilla para tu móvil
En este tipo de casos el problema no es exactamente de la batería y la solución puede ser tan sencilla como llevar a cabo simples pasos para calibrarla de nuevo. El proceso consiste en descargar el móvil hasta que se apague por sí mismo, dejarlo reposar y, después, volver a cargarlo al 100% sin que haya interrupciones en el proceso.
A estos dos pasos, algunos expertos también recomienda que el teléfono se quede cargando durante un tiempo extra, unas dos horas, para asegurarnos de que el sistema registra bien ese máximo de batería. Eso sí, esto no hay que hacerlo de forma habitual, con hacerlo una vez cada dos o tres meses sería suficiente. Si se trata de un dispositivo antiguo, puede ayudar a hacerlo cada tres o seis meses.
Con estos pasos descritos tan sencillos se habrá conseguido resetear de forma correcta los valores internos de carga mínima y máxima de la batería, calibrando el móvil a la perfección y permitiendo que la vida útil del dispositivo en cuestión sea reflejada de forma real por la batería.
Las ventas y precauciones que debemos tener en cuenta
Si bien es cierto que con una correcta calibración no se mejora la vida útil de un teléfono móvil, la precisión con la que el sistema calcula la carga queda totalmente restablecida. Y esto conlleva una gran ventaja que es importante resaltar: ayuda a saber de manera exacta el punto real de carga, y descarga. Esto hará que el usuario que tenga problema de apagones repentinos podrá eliminar esto tipo de errores. De esta forma, además, también mejorará a experiencia de uso del dispositivo en cuestión.
Pero también hay que tener en cuenta que, pese a que la calibración es muy útil, no es la solución a los problemas de una batería que está deteriorada. Si todavía con una buena calibración la duración es muy corta, lo más probable es que la solución sea sustituir la batería por una nueva o, en caso de que tenga un coste económico elevado, adquirir un nuevo teléfono móvil.
Por tanto, una correcta calibración es muy importante ya que ayuda al usuario del móvil a tener una mejor experiencia de uso del dispositivo y a que este se comunique de mejor forma con el usuario, pues habrá lecturas más fiables, menos apagones inesperados y una batería menos confundida en cuanto al porcentaje de carga. Eso sí, el calibrado no es una rutina que haya que seguir a diario, ya que es suficiente con hacerlo una vez cada varios meses. Se trata de un mantenimiento muy sencillo, que da buenos resultados y, por tanto, hay que tenerlo muy presente.