La Dirección General de Tráfico tiene claro el objetivo, reducir el número de accidentes en la red de carreteras nacional y por tanto también el número de víctimas. Y para ello pondrá en marcha todas las acciones que considere que ayudarán a conseguirlo. Una de ellas, un radar que se desplaza sólo y que pone multas sin que el conductor del vehículo se dé cuenta.
Se trata de un dispositivo que se presenta como una caja blanca al borde la carretera, pero en su interior esconde una tecnología con una precisión que sorprendería a muchos. Está equipado con un láser de alta precisión, que hace que el radar sea capaz de medir la velocidad de los vehículos incluso en tramos con varios carriles y bajo cualquier condición meteorológica. Y lo mejor, que no necesita estar conectado a la red eléctrica, tiene una batería de larga duración que le permite tener autonomía durante varios días y esto dificulta todavía más saber su ubicación.
La movilidad de este radar, una ventaja clave
La capacidad de moverlo constantemente le otorga una venta clave sobre los radares tradicionales. Mientras que los dispositivos fijos ya son parte del paisaje en muchas carreteras, este radar puede cambiar de ubicación de manera regular. Así, nadie sabe dónde pueden estar vigilando, lo que hace que los conductores tengan que ser más cautelosos en todo momento.
Una de las cosas que ha generado es su falta de señalización. A diferencia de radares fijos, estos no tienen carteles que avisen de su presencia, lo que incrementa su efecto disuasorio. Sin embargo, algunos conductores lo ven como una táctica para aumentar las multas sin que nadie las espere.
El resultado de tres días de operación en Cataluña, por ejemplo, ha sido significativo. Durante este tiempo, en diferentes vías, ha controlado más de 65.000 vehículos y ha impuesto más de 10.000 sanciones. Dado el gran resultado obtenido, desde la DGT se pretende ahora expandirlo a todo el país.
Cambian por completo las reglas del juego
Este sistema implica que cualquier tramo de carretera podría estar bajo vigilancia en todo momento, algo que modifica por completo el panorama actual, cambia las reglas del juego. Ya no basta con saberse de memoria los lugares en los que se pueden colocar los radares. Ahora, todos los conductores deben mantener una conducción prudente, no importa en qué tramo de la carretera se encuentren.
Desde la DGT destacan que el exceso de velocidad es uno de los factores que más aumenta el riesgo de tener accidentes. Además, desde el organismo de Tráfico se asegura que la probabilidad de sufrir lesiones graves o incluso portales es mucho mayor en un accidente producido por velocidad excesiva, aunque la causa final del siniestro no haya sido directamente el exceso de velocidad.
¿Qué podemos hacer para no ser multados?
No es necesario que el conductor ahora vaya a una velocidad reducida para no ser multado, pero sí debe ser consciente de la importancia de respetar los límites de velocidad establecidos en cada punto. Con estos nuevos radares móviles, la mejor estrategia es la de ir siempre a una velocidad adecuada para las condiciones de la carretera, con independencia de si se ve o no un radar en la misma.
Estos dispositivos son una gran avance en la constante lucha contra los accidentes de tráfico, pero también obligan a los conductores a estar mucho más atentos en todo momento. Por tanto, cuando uno se suba al vehículo tiene que saber que hay radares invisibles que podrían estar vigilándolo.