Con origen mediterráneo, el laurel ha sido utilizado durante milenios, y así seguirá seguramente, como especia en la cocina y también como remedio para muchas enfermedades. Hablamos de una planta perenne de hojas brillantes y ovaladas que desprende un olor característico. De este tipo de planta hay muchas variedades, pero todas ellas tienen algo en común: son beneficiosas para la salud.
Puede que sorprenda a mucho, pero el laurel puede tener un efecto más que positivo en nuestro organismo si lo dejamos debajo de la almohada. No se trata de dormir con él, sino de situarlo en dicho lugar cuando no estemos acostados y retirarlo cuando vayamos a hacerlo. Será un descanso placentero. Este es uno de los efectos positivos que podemos obtener del laurel, pero no es el único.
Efecto digestivo
Uno de los beneficios más conocidos del laurel tiene que ver con el efecto digestivo. Las hojas de seta planta contiene una serie de compuestos volátiles que ayudan a estimular las secreciones gástricas, mejorando así la digestión y evitando la hinchazón y las flatulencias. A todo ello hay que añadir que el laurel contiene sustancias que son beneficiosas para reducir la inflamación intestinal, previniendo problemas como el síndrome del intestino irritable.
Pero cuando hablamos del laurel no lo hacemos únicamente como remedio para los problemas estomacales. Y es que se trata de un potente antioxidante por la alta presencia en la planta de flavonoides y otras sustancias beneficiosas. Estos antioxidantes ayudan a proteger las células de nuestro cuerpo de los daños causados por radicales libres, que pueden provocar un envejecimiento prematuro y una serie de enfermedades crónicas como el cáncer y otras cardiovasculares.
Con el laurel se ha demostrado su eficacia como remedio natural contra la tos, la bronquitis y otros problemas respiratorios. La planta contiene una serie de compuestos con propiedades expectorantes y antiinflamatorias, que ayudan a despejar las vías respiratorias y reducir síntomas como la congestión y la fatiga. Pero sus usos no acaban ahí, esta también un antiinflamatorio natural que puede ayudar a reducir el dolor y la rigidez muscular. Prueba de ello es que el laurel se ha utilizado en algunas culturas como remedio para la artritis y otras afecciones musculoesqueléticas.
A todo ello tenemos que añadir que tradicionalmente el laurel se ha utilizado para mejorar la salud de la piel y el cabello porque tiene una serie de sustancias beneficiosas como son los ácidos grasos y las vitaminas, que pueden ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y la caída del cabello. Otra posibilidad es utilizarlo como remedio contra la sequedad y el picor del cuero cabelludo.
¿Cómo obtener el máximo beneficio del laurel?
Para ello, se puede utilizar la planta de laurel de varias maneras. En la cocina, como especia para aromatizar salsas, guisos, sopas y otros platos. Para los resfriados y la tos, se puede preparar una decocción haciendo una infusión con las hojas de laurel, colocándolas en agua hirviendo durante unos minutos, luego colando y bebiendo el líquido caliente. Cuando se trata de un dolor articular o muscular, el aceite esencial de laurel puede utilizarse para masajear la zona afectada. Así, las propiedades antiinflamatorias de la planta actuarán directamente sobre la zona dolorida.
La versatilidad del laurel
Estamos ante una planta muy versátil, con múltiples beneficios para la salud humana. Aunque muchos la han utilizado durante siglos en diversas culturas, la ciencia moderna sólo está empezando a comprender las propiedades beneficiosas del laurel. Lo que debemos tener en cuenta es que el laurel puede interactuar con algunos medicamentos y no es recomendable en mujeres embarazadas. Antes de utilizarlo, lo que se aconseja es consultar al médico.
