Cada vez que salimos de casa tenemos la sana costumbre de comprobar que llevamos con nosotros lo más importante. Hablamos de la cartera, el teléfono y las llaves. Quizá no por ese orden, pero es lo esencial cuando vamos a estar fuera del domicilio, sobre todo si es para un tiempo, sino vamos a volver en diez minutos.
Todos estos elementos tienen su importancia, pero nos vamos a centrar en la cartera. En la misma no puede faltar el Documento Nacional de Identidad (DNI), el carnet de conducir o el abono transporte, entre otros. Luego hay otras opciones que dependen según la persona y sus intereses, la variedad manda. Lo que tenemos que tener claro es que no hay que llevar nada que esté prohibido, para evitar males mayores.
Ojo con esta tarjeta
Si salimos a la calle y llevamos algo que no debemos en la cartera, cuidado con la sanción que nos puede venir encima. Y no será porque la Guardia Civil no ha avisado, porque lo ha hecho y repetido por muchos canales. Es más, la Benemérita está haciendo un uso intenso de las redes sociales para advertir de lo prohibido, quizá cosas que no sabíamos que no se podían llevar.
Una de las cosas prohibidas y con un castigo severo tiene que ver con una tarjeta. Pero tranquilos, no se trata de una tarjeta de crédito ni nada por el estilo. Hablamos de unas navajas en forma de tarjeta, que están castigadas por el artículo 36.10 de la Ley de Seguridad Ciudadana. La multa oscila entre 601 y 30.000 euros.
Está de moda
Este producto es peligroso y lo que más alarma a los cuerpos de seguridad del Estado es que se está poniendo de moda a ser muy sencillo de llevar, puede ser guardado en la cartera. Además, este objeto está presente en plataformas de comercio electrónico y tienen un precio que oscila entre los 50 y los 70 euros.
Está claro que muchos querrán hacer un uso correcto de él y para ello es un instrumento muy práctico, pero no deja de ser un arma blanca camuflada que puede poner en riesgo la convivencia de la ciudadanía. Por este motivo desde la Guardia Civil y otros cuerpos de seguridad se está siendo tajante. Únicamente se permiten navajas homologadas e incluso las mismas pueden ser retiradas si los agentes consideran que existe peligro de uso no permitido.
¿Qué dice la Guardia Civil?
Desde el este cuerpo de seguridad del Estado se entiende que portar esta navaja, según el contexto, puede considerarse como un delito. Por ejemplo, si un ciudadano es sorprendido con ella en un control rutinario de tráfico o un cacheo rutinario, podrían enfrentarse a consecuencias legales. En determinados casos se podrían considerar como tenencia ilicitana de armas, lo que puede acarrear hasta penas de prisión.
El Código Penal de nuestro país considera que portar armas blancas sin autorización o justificación puede derivar en sanciones administrativas o incluso en penas de prisión de cárcel si se demuestra una intención delictiva.
La clave, según la Guardia Civil, está en la naturaleza del objeto: su diseño está pensado para ocultarse y ser desplegado con rapidez, lo que le convierte en un elemento de gran preocupación para la seguridad ciudadana.
Teniendo en cuenta que siempre queremos lo mejor para nosotros y evitar los mayores problemas posibles, tanto con la Justicia como en el día a día, lo ideal es dejar a un lado este tipo de navaja-tarjeta, porque aunque no lo queramos nos puede conllevar un riesgo innecesario, con multas que sean difíciles de asumir y otros castigos relacionados con la privación de libertad.
