El insomnio es uno de los problemas que afecta al rendimiento de una persona y produce una serie de diferencias cognitivas y de memoria, además de otros problemas de ansiedad y depresión, hipertensión, diabetes e incluso obesidad. Es más, de acuerdo a un estudio de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el estilo de vida actual y el envejecimiento de la población hacen que se trate de un trastorno cada vez más común. Hay muchas formas de luchar contra él y técnicas para superarlo. Una de ellas, las utilizada por los marines de Estados Unidos, que consiguen dormirse sólo en dos minutos y mediante los siguientes pasos: relajar los músculos faciales, liberar la tensión de hombros y brazos, controlar la respiración y vaciar la mente durante 10 segundos.
Así es la técnica militar para dormirte en dos minutos
El método que conoceremos a continuación está documentado en el libro ‘Relax and Win: Championship Performance In Whatever You Do’, escrito por Lloyd Bud Winter y que fue publicado en 1981. A pesar de su antigüedad, en los últimos años ha vuelto a ser protagonista porque ha despertado el interés de quienes buscan soluciones para conciliar el sueño.
Durante la Segunda Guerra Mundial se puso en evidencia que el estrés y la falta de sueño afectaba de manera significativa al rendimiento de los pilotos de combate en batalla, lo que producía graves errores en misiones cruciales. Por tal motivo, la Escuela de Prevuelo de la Marina de los Estados Unidos desarrolló un método para ayudar a los soldados a quedarse dormidos en menos de dos minutos, sin importar el entorno ni las condiciones en las que se encontraran.
Los puntos clave del procedimiento
- Relajar los músculos faciales
Es importante que liberes la tensión de tu rostro, también hay que incluir lengua, mandíbula, pómulos y frente, así como otros músculos que rodean las cuencas oculares. No hay que fruncir el ceño cuando uno se va a meter a la cama y no se deben cerrar los ojos con demasiada fuerza. Es importante relajar todos estos músculos para generar una sensación inmediata de alivio.
- Liberar la tensión de hombros y brazos
Al igual que con el rostro, relajar los hombros es fundamental también y debes intentar dejarlos caer lo más bajo posible. Lo mismo deberás hacer con los brazos. Empieza por uno y sigue después por otro.
- Controla la respiración
Es el paso clave para cualquier técnica para relajarse y coger antes el sueño. La clave es inhalar y exhalar de manera consciente y profunda y permitir que el pecho se relaje de manera completa. A la vez, hay que aplicar la misma técnica de relajación que se hizo con hombros y brazos para las piernas. Primero una y después otra.
- Vacía la menta durante 10 segundos
Parece algo complicado de conseguir, pero también es un paso fundamental para lograr el objetivo. Según Bud Winter, se pueden imaginar tres escenas diferentes: estar flotando en una canoa en medio de un largo sereno y el cielo muy azul, estar acurrucado en una hamaca de terciopelo negro de una habitación a oscuras o repetirse en varias ocasiones la frase “no pienses, no pienses, no pienses” durante estos diez segundos.
No es tan sencillo como parece, por lo que el tiempo y la práctica son esenciales para que este proceso se convierta en una rutina de relajación automática y se pueda conciliar el sueño.
¿Es la solución definitiva?
La respuesta está clara, no. Aunque es un método efectivo para muchas personas, no es una solución universal para los problemas del sueño. Para aquellos que experimentan un insomnio persistente, lo mejor es acudir a un especialista que evalúe las causas y pueda recomendar un tratamiento adecuado.
