Cada día las entrevistas de trabajo son más difíciles de preparar y no sólo porque uno no sabe las preguntas a las que se puede enfrentar. Ahora hay muchos ‘elementos’ que pueden aparecer durante el tiempo en el que los responsables de la empresa están junto a los candidatos a un puesto de trabajo. Atrás se han quedado las preguntas sobre aspiraciones, fortalezas, debilidades e incluso otras cuestiones más comprometidas para evaluar la capacidad de resolución de los candidatos que optan a la vacante. Ahora entran en juego escenarios creados a propósito con el fin de medir las condiciones de los participantes en las entrevistas.
Un de las esas pruebas que más ha llamado la atención es una que examina a los candidatos de manera exhaustiva y prácticamente sin que ellos se den cuenta de que comportamiento puede tener un papel clave en la respuesta final. La suelen utilizar en el Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de Reserva de los Estados Unidos. Se llama el Test de la silla.
¿En qué consiste el Test de la silla?
Una persona cuenta la experiencia que vivió su hermano, que estaba en este cuerpo norteamericano y lo presenció: “Durante la entrevista, el solicitante tenía que sentarse en la silla que había justo enfrente del escritorio del entrevistador. Había además una segunda silla similar en la habitación, situada ligeramente a un lado. Y esa silla tenía una función muy concreta. La silla del solicitante, situada frente al escritorio, tenía una pata más corta y eso hizo que la silla se tambaleara durante la entrevista. La prueba del ‘test de la silla’ era ver si el solicitante era los suficientemente valiente como para pausar la entrevista por un momento y pedir el cambio de asiente para no tambalearse”.
Las personas especialmente educadas seguramente no hubiesen hecho ningún comentario ante el tambaleo de la silla, seguramente hubiesen aguantado el tipo con una sonrisa, incluso podían pedir perdón por los ‘problemas’ ocasionados. Es una táctica un tanto ambigua pero que sirve a los responsables de las diferentes organizaciones para conocer en mayor profundidad la personalidad de los candidatos.
La prueba del recepcionista
No es el Test de la silla la única estrategia que tienen las empresas para valorar el perfil de los candidatos a sus diferentes vacantes. Encontramos otra, como por ejemplo la que tiene que ver con el comportamiento de quién opta a la vacante ante el recepcionista. Es tan importante que incluso podría conllevar el rechazo de un candidato antes de comenzar a ser entrevistado.
En este caso fue una persona anónima la que contó la historia y el significado de esta estrategia en un foro, concretamente en el Life Pro Tips de Reddit: “Hoy, un candidato falló en su solicitud a los cinco minutos de entrar al edificio. Fue grosero con la recepcionista. Ella lo saludó, pero él apenas hizo contacto visual. Intentó entablar conversación. Nuevamente, sin contacto visual ni interés.
Peor aún, la ‘recepcionista’ no era una recepcionista en absoluto, sino el gerente que realizaba las entrevistas”. Esta historia es una forma de concienciar a cualquier tipo de trabajador, de que no importa el puesto de trabajo que ocupes o vayas a presentarte, en todo momento tienes que mostrar respeto por todas las personas.
El vaso de agua
La finalidad de esta prueba es sencilla, observar la reacción del candidato cuando se le ofrece un vaso de agua y, si lo acepta, analizar su forma de beberlo. Así, según los expertos, el reclutador tiene una visión de la capacidad del candidato para adaptarse al entorno laboral.
Según los que más saben en este tipo de cuestiones, beber agua a un ritmo tranquilo demuestra confianza y adaptación al entorno. Rechazar el agua de forma reiterada puede sugerir que esa persona se siente incómoda. En el caso de que se acepte el agua y se caigan gotas sobre la mesa, si es el candidato el que decide secarla muestra una imagen de responsabilidad.
