En la actualidad, el mundo de los electrodomésticos pasa por un gran momento. No encontramos en un escenario muy competitivo, en el que las grandes firmas buscan ese producto que haga decantar la balanza hacia ellas y Lidl lo ha vuelto a conseguir con un artículo que ha generado un gran revuelo entre los aficionados a la gastronomía y los que buscan eficiencia sin realizar un importante desembolso económico. La alternativa a la Thermomix está en el Monsieur Cuisine, el robot de cocina estrella de la cadena alemana que promete funcionalidades de alta gama con un coste inferior a lo que estábamos acostumbrados.
Con la presencia de Monsieur Cuisine se culmina una estrategia que pretende democratizar el acceso a las tecnologías, algo que antes estaba reservado a unos pocos. Que este producto ofrezca, por un precio mucho mejor que su directo competidor, tales prestaciones es algo que no puede pasar desapercibido para el cliente.
Llega con fuerza al mercado
Durante los últimos años, el mercado de los robots de cocina ha estado dominado por unas pocas marcas, estando Thermomix a la cabeza. Sin embargo, este reinado que parecía incuestionable se ha visto sacudido por la irrupción de otras propuestas más asequibles, siendo la de Lidl una de las más demandas. Prueba de ello es que en el primer lanzamiento se agotaron los productos y se ha anunciado una segunda tanda.
El impacto de esta máquina, Monsieur Cuisine, en el mercado es innegable, y ha obligado a la competencia a reevaluar sus propias estrategias y considerar si el modelo de precios premium sigue siendo sostenible ante alternativas tan completas y económicas.
Unas prestaciones que deslumbran
De acuerdo con los expertos, el Monsieur Cuisine “es un robot que no se confirmar con realizar tareas básicas, sino que ofrece un abanico de funciones que rivalizan directamente con los modelos de gama alta: cuece, sofríe, cocina al vapor, amasa, bate, pica, tritura e incluso dispone de báscula integrada para facilitar la preparación de las recetas”.
Además, incluye una pantalla táctil a color con recetas guiadas, una característica cada vez más demandada por los usuarios que buscan comodidad y sencillez en la cocina, lo que sitúa a Monsieur Cuisine a la vanguardia de la tecnología accesible. También viene acompañado por la vaporera de gran capacidad, la mariposa para montar o el cestillo para cocer. La potencia de su motor y la capacidad de su vaso son similares a las de aquellos aparatos con un precio mucho más alto, lo que demuestra el esfuerzo que se hace por crear un gran producto sin inflar el coste final.
Su precio, el principal argumento
El factor del coste es, sin duda, el principal argumento de venta del Monsieur Cuisine y lo que le diferencia de la Thermomix. Mientras que adquirir una Thermomix supone una inversión considerable para muchas familias, puede rondar los 1.500 euros, la propuesta de Lidl se sitúa en una horquilla mucho más asequible, abriendo la puerta a un público mayor que ahora puede dejar de ver estos aparatos como un lujo inalcanzable. El coste puede situarse en torno a los 400 euros.
Con un precio tan competitivo, muchos se cuestionan sobre la durabilidad, la calidad de los materiales o el servicio postventa, servicios en los que las marcas premium suelen destacar. De esta manera, el consumidor se enfrenta al dilema de optar por la seguridad y el reconocimiento de una marca establecida o arriesgarse con una alternativa más económica, con un rendimiento similar. Al final, la compra dependerá de las prioridades y el presupuesto de cada uno.
