La compra de un coche de segunda mano es cada vez más valorada y cuando se hace, el objetivo es uno que dure lo máximo posible y para ello se pretende conseguir, dentro de los que gustan, aquel que tiene el menor número de kilómetros. Pero esto también tiene un inconveniente, que el precio es mayor y en la actualidad nos encontramos en máximos históricos del coste de los vehículos de segunda mano. Así, quizá la mejor opción es buscar uno con más camino hecho…
Muchos se preguntan si es buena idea apostar por coches con más kilómetros, y más baratos, y cuántos serían el máximo de años para un coche usado. No es fácil saberlo, porque no hay una respuesta general. Por ello, hay que tener en cuenta diversos aspectos.
Un informe previo
Para saber el estado del vehículo que se quiere comprar, lo ideal es tener recibos reales de los servicios realizados o un registro de las reparaciones efectuadas. Si estos registros no están disponibles, un informe Carfax del vehículo revelará todo el historial del mismo.
Estos informes también indicará cualquier accidente que hubiese tenido el coche previamente, que es algo que se debería evitar con independencia del kilometraje. Pero para mayor seguridad, siempre queda la revisión completa del coche: aceite, correas, mangueras, refrigerante…
Los coches que no son utilizados
Por otro lado están los coches que apenas se utilizan y que suelen estar en un garaje. Cuando uno de estos vehículos sale al mercado es posible que el propietario del coche usado intente conseguir el mejor precio gracias a tener un número de kilómetros más bajo.
En este mercado de coches en desuso hay que tener en cuenta que algunas piezas se estropean cuando está parado durante mucho tiempo. Las gomas, los retenes y las juntas son un ejemplo perfecto de ello, pierden su eficacia ya hayan sido usados o no. Es común que un coche con kilometraje inusualmente bajo presente fugas después de haber sido sometido a un servicio diario, debido al fallo de estas piezas de goma.
Por tanto, hay que tener mucho cuidado con las posibles reparaciones y su alto coste que puedan esconder coches que ha sido poco usados por su propietario.
El uso excesivo
No hay que fiarse tampoco de los coches que hayan acumulado un kilometraje superior a la media, que está entre los 12.000 y los 15.000 kilómetros al año. Cualquier vehículo con unas cifras superiores a ello conlleva que se le ha dado un uso excesivo.
Es posible comprar un coche con más kilómetros por menos dinero, pero esto también significa que se está mucho más próximo a las revisiones importantes, como pueden ser las de correas de distribución, sistemas de refrigeración y las pastillas de freno. No se trata de mantenimientos baratos.
¿Cuántos años son demasiados para un coche?
No hay una edad o un kilometraje determinado en el que las reparaciones inesperadas empiecen a producirse con una frecuencia cada vez mayor. Pero suelen darse a los ocho y 10 años, con 100.000 o 120.000 kilómetros. Por tanto, si hay que evitar cierta edad en el coche o kilometraje, serán los de más de 10 años o con seis cifras en el cuentakilómetros.
Carretera o ciudad
También se debe tener el cuenta el tipo de kilometraje que ha acumulado el coche. Es probable que el coche de una zona rural acumule más kilómetros que el de una ciudad densamente poblada. Así, los coches urbanos que no sean taxis o vehículos de transporte compartidos seguramente recorrerán menos kilómetros de la media nacional, pero se desgatarán más rápido que los que hacen mucha carretera.
En definitiva, el kilometraje debe ser considerado como uno de los factores más importantes a la hora de adquirir un coche usado, pero no el único. Así, lo ideal es buscar el coche con menos kilómetros que se pueda conseguir, con un mantenimiento regular, sin accidente y utilizado regularmente.
