Estamos en pleno verano y las temperaturas están marcando máximos prácticamente en toda la geografía nacional. Así, es clave la necesidad de mantenerse frescos y evitar, dentro de lo posible, que las estancias de la vivienda se calienten mucho por los rayos de sol, sobre todo cuando no se dispone de un ventilador cercano o un aparato de aire acondicionado en algunos puntos de la casa. En estos casos, se suele recurrir a trucos sencillos que pueden ser de lo más útiles en estas semanas y uno de ellos llega desde Alemania y para ponerlo en práctica sólo es necesario emplear una botella de agua, preferentemente de 1,5 litros, así como un congelador.
El primer paso será congelar la botella de agua. Para ello hay que procurar que el agua no llegue hasta el borde para evitar que se rompa en el momento de congelarse. Al día siguiente, cuando ya esté congelada, situar la botella en lo alto de una estancia, como estantería o armario, para que el hielo se acaba derritiendo. En el momento que esto ocurra, el aire frío que genere descenderá por la estancia y refrescará el ambiente.
Algunas de las habitaciones de dimensiones reducidas notarán especialmente los efectos de este truco, que, según los que lo han probado, promete reducir la temperatura de una estancia entre tres y cinco grados. Eso sí, es importante asumir que el efecto será limitado en el tiempo.
Cuando el hielo se haya derretido, el truco no servirá ya para continuar refrescando una estancia, por lo que hay que tener en cuenta que su capacidad de acción se extenderá en plazos de dos a seis horas. Desde entonces, será necesario cambiar a otro método o sustituirlo por una nueva botella congelada.
Este truco tiene su utilidad y, aunque no es un sustituto completo del aire acondicionado, sí que puede ser recomendable su uso. La mejor apuesta es combinarlo con un ventilador que permita refrescar la estancia de manera rápida y sencilla.
Otros trucos a tener en cuenta con el calor
- Viste tu hogar con ropa de verano
Retira las cortinas de invierno y alfombras antes de que llegue el calor intenso. En verano es conveniente que los suelos de la casa estén despejados y las ventanas cubiertas por visillos de un tejido ligero de color blanco o de un tono claro. Este truco da mayor sensación de frescor.
- Ventila a primera hora de la mañana
Hay que ventilar a primera hora, a ser posible entre las siete y las ocho de la mañana. Son las horas más frescas del día. Lo ideal es hacerlo con la técnica del aire cruzado, creando corrientes de aire abriendo ventanas y puertas que estén unas en frente de otras.
- Procura refrescar los suelos
Si quieres conseguir una auténtica sensación de frescor en casa, en el caso de los suelos cerámicos, se recomienda fregar por la mañana con agua fría las terrazas, balcones y habitaciones. Es un método bastante eficaz de bajar la temperatura.
- Cocina sólo al mediodía
El momento ideal para cocinar con altas temperaturas es, sin lugar a dudas, por la mañana. Además si se evita utilizar el horno y el fuego se contribuye a no aumentar la temperatura del hogar. Se debe intentar cocinar platos fríos como ensaladas, gazpacho andaluz, cremas frías y otras recetas que no precisen ser cocinadas.
En el caso de cocinar con fuego, se recomiendan recetas que puedan tomarse a temperatura ambiente, como pistos o tortilla de patatas, entre otros.
- Enfría la cama antes de dormir
El dormitorio es fundamental a la hora del descanso. Una opción para conseguir una temperatura ideal es enfriar la cama envolviendo una botella de agua helada en una toalla o utilizando una bolsa de agua caliente llega de agua helada o hielo picado y ponerla sobre la cama.
