Viajar en avión antes era un privilegio y daba cierta tranquilidad. Se podría decir que era dejar las maletas y te olvidabas de todo hasta llegar a destino. Pero ahora todo ha cambiado, genera un estrés desde mucho antes de empezar el viaje. En el momento que se decide coger este medio de transporte se inician los trámites y para muchos los agobios, sobre todo en cuanto al asiento.
Para tener el mejor posible, o no tener el cada uno puede considerar el peor, incluso se está dispuesto a pagar un extra, otro más. Pero también, por si no lo sabes, hay un truco para evitar caer el tediosos asiento del medio, el que menos gusta a la mayoría porque no se puede disfrutar de vistas ni estirar las piernas: esperar el máximo tiempo posible para realizar el check-in.
Las aerolíneas saben que gran parte de las personas que cogen una avión quieren disfrutar del mejor asiento posible y por eso insisten una y otra vez, durante la previa al viaje, de que se pague un poco más para elegir asiento. Pero muchos, sabiendo que los viajeros no suelen ser muy dados a pagar, prefieren esperar a que les toque sin invertir más dinero ya que hay muchos más asientos de pasillo y ventana que personas que pasen por caja y reserven un asiento.
El negocio que hacen las aerolíneas con los asientos de los aviones
Como durante los últimos años han explicado varios expertos en aviación, hace ya casi una década que las grandes aerolíneas low cost, entre ellas Ryanair, se dieron cuenta de que podía obtener importantes cantidades de dinero si el asiento que se asigna a cada pasajero de forma automática era el peor posible. Así, si viajas en grupo, es habitual que la compañía separe a los miembros del mismo todo lo posible y si el viaje se realiza en solitario la aerolínea colocará a esta persona en los asientos del medio, los que corresponde a las letras B y E.
Pero, a medida que el check-in se va haciendo, los asientos de la zona central se van llenando. Esta es la clave para que no te toque uno de ellos.
Apurar lo máximo, sin pasarse
Simon Calder, experto en aviación, declaró en un medio de comunicación británico que “después de pasar gran parte de 2017 en asientos del medio, deduje que cuanto más tarde se registre un pasajero que no selecciona asiento, mayores serán las posibilidades de que consiga un buen asiento, simplemente porque todos los asientos del medio ya habrán sido asignados”.
En la mayoría de las aerolíneas el check-in se abre 48 horas antes del vuelo y se invita a los pasajeros de forma insistente a hacerlo lo antes posible. Pero, en realidad, esa plaza está asegurada y el trámite se puede hacer hasta que el avión vaya a despegar.
Por supuesto, no hay que apurar tanto, pues hay que registrarse para pasar por el control de seguridad, pero no hay problema en hacer el registro dos horas antes de la salida del vuelo o mientras que se va de camino al aeropuerto. Para Calder, “cuanto más mantengas la calma e ignores las obligaciones de la aerolínea, mayores serán tus posibilidades de conseguir un buen asiento”.
Pero este truco, como la gran mayoría, no es infalible ya que siempre puede haber mucha gente que ha pagado por elegir asiento o que también ha apurado hasta el último momento. Lo que sí parece claro es que si se hace el check-in justo cuando se abre la opción, el asiento del centro será tuyo con casi toda probabilidad.