El vidrio, ese material transparente y elegante, es un elemento que está muy presente en nuestro día a día y en diversas formas. Nos lo podemos encontrar en los vasos que utilizamos para beber, en las ventanas que tenemos en casa y en los espejos en los que nos miramos cada dos por tres.
Parece una cosa tan sencilla que su limpieza no debería tener mayores problemas, pero los genera. Es todo un reto dejar, por ejemplo, un vaso impoluto. Y es que es el vidrio es un material que es propenso a mancharse y dejar marcas tras haberlo limpiado. Pero, por suerte para todos, hay un método fácil y efectivo que nos permitirá mantener tantos los vasos como otras superficies de vidrio en un perfecto estado. Evitaremos que se empañen y se rayen durante su limpieza.
Así es el vidrio
Hablamos de una material muy particular con una característica que lo hace especial y no es otra que su transparencia, nos permite ver a través de él con facilidad. Además, es material incoloro, frío al tacto y resistente a los cambios de temperatura, aunque es frágil también. La prueba está en que basta con un pequeño golpe para que un cristal se rompa en mil pedazos, lo que genera un riesgo si no se maneja esa situación con precaución.
Más allá de su fragilidad, tenemos que tener en cuenta que el vidrio es un material que tiene a ensuciarse con mucha facilidad, acumulando grandes cantidades de polvo, huellas dactilares y residuos de agua u otro tipo de líquidos. Es esto lo que hace que sea difícil de mantener en perfectas condiciones sin que vayan apareciendo marcas o rayas después de haberlo limpiado.
¿Cuál es el truco para limpiar el vidrio sin dejar marcas ni rayas?
Si lo que queremos es evitar que los vasos de casa y otras superficies de vidrio se empañen o se rayen durante la limpieza, tenemos que seguir este truco. El resultado será impecable, está garantizado.
Debemos tener a mano:
- Vinagre de vino blanco.
- Agua caliente.
- Un paño suave
- Papel de periódico
Los pasos a dar:
- En un recipiente hay que mezclar agua caliente y vinagre de vino blanco en una proporción 1:1. Esta combinación no sólo ayuda a desinfectar el vidrio, también elimina residuos de grasa y las manchas sin dejar marcas.
- Hay que humedecer un paño suave y limpio en la mezcla que se ha hecho de agua caliente y vinagre para pasarlo posteriormente por la superficie de los vasos o cualquier otro objeto de vidrio que se pretenda limpiar. Es clave usar un paño sin texturas ásperas para evitar que se raye el material.
- Para un acabado brillante y sin rayas, lo que hay que hacer es utilizar papel de periódico para secar el vidrio. El papel absorberá cualquier residuo de humedad sin dejar pelusas o marcas, proporcionando un resultado impecable.
Un método de limpieza eficaz por varias razones
- Elimina los residuos sin esfuerzo. Gracias a la combinación de agua caliente y vinagre de vino blanco se disuelve la suciedad y la grasa con facilidad.
- Evita rayas y marcas. Al secar el vidrio con papel de periódico se eliminan los restos de humedad sin dejar líneas visibles.
- Previene el empañamiento. El vinagre de vino blanco ayuda a prevenir la acumulación de humedad evitando que los vasos y otras superficies de vidrio se empañen rápidamente.
Estamos ante un truco que no requiere el uso de productos químicos agresivos, lo que hace de él una opción ideal para el respeto con el medioambiente y además es accesible económicamente.
