Cuando la conexión a internet mediante nuestra red WiFi va más lenta de lo que debería, no siempre es por culpa de la compañía. Si durante una película la señal se corta, las videollamadas se congelan y descargar un simple archivo se complica, la respuesta a eso podría ser otra: quizá un vecino nos está robando la señal. Hay varias formas de saberlo sin tener que preguntarle a él directamente y no todas son tas complicadas como mirarlo en los menos de configuración. La solución está en Fing, una aplicación gratuita que pude escanear la red inalámbrica y mostraste una lista completa de todos los dispositivos que se encuentran conectados a la misma.
Los indicadores de que algo falla con tu WiFi
Las películas se cortan, los emails no llegan y cuando estamos descargando algo la barra de progreso no avanza o lo hace de forma muy lenta. Son los primeros indicios de que algo va mal con la WiFi de casa. Otro punto importante es la luz del router: si parpadea frenéticamente, incluso cuando todos tus dispositivos están apagados o en reposo, es una señal de alarma. Ese tráfico de datos constante y misterioso delata que hay actividad en tu conexión doméstica, la prueba de que alguien está conectado a tu red.
Un vigilante a nuestra disposición
Fing es la aplicación que nos ayudará a evitar este problema. Es un vigilante digital de nuestra WiFi. Se trata de una herramienta gratuita y muy intuitiva que convierte tu teléfono móvil en un potente escáner de red. No se necesitan conocimientos técnicos para usarla, ya que su función principal es analizar tu conexión WiFi y mostrarte qué personas están conectadas en tiempo real.
Lo que más destacada de esta tecnología es su simplicidad, ya que con pulsar un botón la aplicación peina tu red en busca de cualquier dispositivo: móviles, ordenadores, televisores inteligentes o consolas. En apenas un minuto tendrás un mapa completo de tu ecosistema digital. Se pone así fin a la incertidumbre sobre los motivos de los problemas de conexión, porque la app identifica cada aparato y te lo presenta en una lista fácil de entender, con la posibilidad de saber qué está pasando con la conexión.
Así se pilla al ladrón
El proceso es muy simple. Lo primero que hay que hace es descargar la aplicación desde la tienda oficial de la marca del móvil y asegurarte de que el teléfono está conectado a la red WiFi que quieres investigar, la de tu casa. Cuando se abre la aplicación se tiene que pulsar el botón escanear o actualizar. Eso es todo lo que hay que hacer para que la herramienta comience a informar, con una lista detallada, de los dispositivos que están usando la conexión.
En el listado se verá información que puede parecer técnica en un primer momento, pero es muy fácil de interpretar. La aplicación no sólo te da una dirección IP, también, en la mayoría de los casos, identifica el tipo de dispositivo y su fabricante, un detalle clave que te permitirá confirmar tus sospechas sobre el vecino que te roba la WiFi.
¿Cómo se recupera el control?
No hace falta ir a la casa del vecino, la solución es mucho más elegante, rápida y efectiva. Hay que cambiar la contraseña de la WiFi y eso se puede hacer desde la configuración del router. Con este simple gesto todos los dispositivos, incluidos los del intruso, serán expulsados de la red al instante. Para ello se necesita crear una contraseña robusta, combinando mayúsculas, minúsculas, números y símbolos.
