Durante el reciente encuentro europeo disputado en Vallecas ante el Neman Grodno (4-0), la hinchada del Rayo Vallecano volvió a hacer oír su voz. El grupo Bukaneros desde el fondo mostraron la pancarta “Vallekas no merece subida” se enmarca con claridad en ese mismo espíritu reivindicativo: una defensa rotunda de la identidad y del acceso popular que caracteriza al club.
“Vallekas no merece subida de abonos”, la pancarta de Bukaneros como protesta
Estas protestas no son gestos aislados: reflejan el malestar acumulado por una política de abonados que ha sido considerada por muchos rayistas como desconectada de la base social del equipo. La campaña fue criticada por la ausencia de facilidades de pago, descuentos por antigüedad o para desempleados, y por su diseño tardío e impersonal en medio de una temporada en la que el equipo regresaba a Europa.
La misma temporada en la que el Rayo Vallecano celebra su regreso a la escena continental —participando en la Conference League—, la afición ha lanzado un mensaje claro desde la grada y los accesos del estadio. La euforia por volver a Europa se topa con la percepción de que, paradójicamente, muchos de los leales rayistas están siendo relegados por un aumento de precios que no acompaña los valores del club.
¡Ese telón de fondo exaltado —la vuelta europea que abre puertas a un nuevo capítulo— choca con la indignación por las nuevas condiciones de los abonos. A pesar de la ilusión que supone disputar competiciones internacionales, muchos seguidores sienten que son penalizados por apoyar al club “en las malas y en las peores”. La crítica apunta no solo al incremento en sí, sino a la manera en que se ha manejado: sin reconocimiento para los fieles de toda la vida, sin justicia social, y sin tener en cuenta la realidad económica de Vallecas,

