RdT. Tres siglas que pueden valer una permanencia. Tres siglas que son de oro para los vallecanos. Esta vez fue de cabeza. Un testarazo que dio la victoria al Rayo Vallecano ante el quinto clasificado para salir del descenso por primera vez en toda la temporada. Un gol que hundió al Alavés y que dio tres puntos a un conjunto de Míchel que va embalado.
Parecía un partido a puerta cerrada. Se escuchaban los gritos de los jugadores en cada balón dividido, las instrucciones de los entrenadores y el ambiente era de partido de 2ª B. Desangelado. La protesta de las aficiones del Alavés y del Rayo Vallecano dejando vacío Mendizorroza los cinco primeros minutos en contra de los horarios de LaLiga surtió efecto. No parecía un partido de Primera división.
Y a punto estuvieron los 150 hinchas franjirrojos de perderse el primer tanto de los suyos. Solo Pacheco lo impidió deteniendo el disparo de Álex Moreno desde dentro de la zona de castigo que había recibido un pase en profundidad perfecto de Santi Comesaña. El Alavés, por su parte, también tuvo un par claras con un chut de Calleri que se marchó alto y un centro desde la derecha que se paseó por delante de la portería del Rayo.
Los babazorros comenzaron el partido quintos. Los vallecanos, antepenúltimos. Sin embargo, sobre el verde, esa diferencia no se veía por ningún lado. La igualdad imperaba en Vitoria. El Rayo tenía un poco más de control de balón, pero el peligro se palpaba por igual en ambas áreas. ¿El problema? Ambos conjuntos estaban destacando más en defensa que en ataque.
La segunda parte fue otra historia desde el comienzo. Los de la franja roja querían más. Tenían hambre. Y lo demostraron. Era la primera jugada tras el descanso, y el Rayo soltó un directo a la mandíbula. Trejo probó primero con una rosca de fuera a dentro, pero el palo escupió el cuero. Acto seguido, Advíncula puso un centro perfecto al que Raúl de Tomás respondió con un testarazo aún mejor. Primer tanto de RdT fuera de casa y primer gol de cabeza del Rayo en lo que va de Liga.
Igual el Real Madrid son palabras mayores, pero que este jugador no esté jugando competiciones europeas es algo incomprensible… y una bendición para el Rayo Vallecano. Qué jugador, qué calidad, qué cantidad de recursos… Una de las sensaciones de la Primera división. Nueve goles para él.
Viéndose por delante, los de Míchel comenzaron a desesperar a los de Abelardo, con sus contraataques y con las pérdidas de tiempo. El Alavés, como es normal y con el apoyo de su público, se vino arriba. A base de centros laterales, el Rayo fue metiéndose atrás sin conseguir crear peligro.
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