Un Rayo Vallecano histórico. Tras una temporada 2023/24 en la que certificó la permanencia en la penúltima jornada, favorecido por el bajo nivel que mostraron Cádiz, Granada y Almería, en la 2024/25 ha pulverizado cualquier expectativa. Con ello, desde Unión Rayo analizamos el recorrido de la Franja durante este curso.
Preparación inquietante
El conjunto de Íñigo Pérez dio el pistoletazo de salida a esta campaña con una pretemporada que dejó malas sensaciones. Apenas una victoria en los seis encuentros de preparación para la competición oficial. El estreno en Portugal dejos un empate ante el Sporting Braga y una derrota contra el Vitoria Guimarães. Posteriormente, una derrota muy abultada frente al Heerenveen. En el cuarto amistoso, único que disputó en España, cayó en la tanda de penaltis frente al Córdoba tras empatar a uno en el tiempo reglamentario.
Tras esos cuatro, un mini stage en Inglaterra para enfrentarse al Bournemouth de Andoni Iraola y al Wolverhampton. Contra los cherries llegó una derrota por la mínima, mientras que contra los Wolves el equipo sumó su primera y única victoria. Así, el equipo cerró su periodo preparatorio con dos empates (en 90 minutos), tres derrotas y un triunfo. Fue el cuarto equipo de Primera División que más goles encajó por detrás de Girona, Athletic y Villarreal, y el tercero que menos marcó, por detrás de Getafe y Espanyol.
Un inicio ilusionante
Con un Sergio Camello recién llegado con el oro de los Juego Olímpicos de París, el Rayo Vallecano echaba a rodar en LaLiga. Y la primera prueba en el camino era una visita siempre exigente al Reale Arena, un campo en el que no ganaba desde 2015. Los de Vallecas hicieron la machada y comenzaron el campeonato doméstico con una victoria ante la Real Sociedad. Después, empate en Getafe y derrotas ante el Barcelona en el debut en Vallecas y el Espanyol en el RCDE Stadium para irse al primer parón de selecciones con 4 puntos sumados de 12 posibles, ocupando el duodécimo puesto en la clasificación.
A la vuelta del parón internacional, una buena racha de cinco jornadas sin perder, con dos victorias (Osasuna y Real Valladolid) y tres empates (Atlético de Madrid, Girona y Leganés) daban impulso. Una derrota en Son Moix ante un Mallorca que ya daba síntomas de aspirar a Europa cortó esa racha, aunque un triunfo en casa frente al Deportivo Alavés hacía olvidar ese tropiezo. En total, tras estas primeras once fechas, los de Íñigo Pérez sumaban 16 puntos y eran novenos a dos puntos de Europa.
Del bache al récord
Tras golear al Villamuriel en el debut en la Copa del Rey, el equipo afrontó una serie de malos resultados. Hasta tres derrotas consecutivas en LaLiga actuaron como golpe de realidad: Las Palmas, Sevilla y Athletic. Unas sensaciones que se plasmaron en la Copa del Rey, donde la Franja tuvo que remontar un 2-0 en contra en los primeros 20 minutos ante Unionistas para acabar ganando con sufrimiento para estar en dieciseisavos de final.
Tras ello, el conjunto madrileño se lanzó. Tanto, que se pasó del bache a firmar su récord de imbatibilidad en Primera División. Ganó al Valencia, empató contra el Real Madrid, el Villarreal y el Real Betis (último partido de 2024), ganó al Celta, empató contra Osasuna y venció de seguido a Girona, Leganés y Real Valladolid para hilar por primera vez en su historia nueve jornadas sin conocer la derrota en la máxima categoría. Superó así la racha que enlazó el curso anterior con Francisco Rodríguez en el banquillo.
Sin embargo, en ese margen, pese a que estrenó 2025 ganando al Racing de Ferrol en la Copa del Rey y obteniendo el billete a octavos de final, esta vez la moneda salió cruz: la Real Sociedad salió victorioso en el Real Arena y dejaba atrás al Rayo Vallecano en el camino. En este lapso de tiempo hasta enero, la situación de James Rodríguez y el ruido mediático que se generó en torno al papel y el rol que que estaba desempeñando en la plantilla ejercieron su presión particular.
Reinicio
Con esa línea ascendente, llegó otro receso en los resultado, fruto de un calendario complicado. Apenas dos puntos sumados de los siguientes 15 en juego: derrotas frente a Barcelona, Villarreal y Real Madrid, y empates ante Sevilla y Real Sociedad. Así, tras la jornada 28, los de Vallecas contaban en su casillero con 37 puntos. Un frenazo que finalizó cuando en el siguiente partido en Mendizorroza ante el Deportivo Alavés alcanzaron los teóricos 40 puntos en los que se suele fijar la salvación (curiosamente esta temporada con esa cantidad el Leganés no ha podido mantener la categoría).
A partir de ahí, había licencia para soñar con Europa. Aunque los resultados no invitaron a ello, porque apenas sumo un punto de los siguientes 12 en juego. Tres derrotas frente a Espanyol, Athletic y Atlético de Madrid, más un empate cosechado contra el Valencia eran incentivos para pensar que no iba a haber ningún objetivo por el que pelear en la recta final. Por ello, caminaba en la undécima posición, a tres puntos de la Conference League y a cinco de la Europa League.
El EuroRayo
Pero esas dudas quedaron atrás porque el Rayo Vallecano dio un paso adelante. Como su lema reza, mostró valentía, coraje y nobleza. E igual de importante que eso, demostró tener ambición. No perdió ninguno de sus últimos cinco partidos, sumando 11 de 15 puntos posibles. Dos victorias consecutivas ante el Getafe y Las Palmas garantizaron matemáticamente la permanencia y dejaban todo hacia las competiciones europeas. En la antepenúltima jornada empató en Vallecas ante el Real Betis y, aunque las cábalas eran muy complicadas, visitaba Vigo en la penúltima jornada con una pequeña opción de garantizar su billete a Europa.
No fue así, aunque si se llevó un triunfo capital ganando al Celta, rival directo, en Balaídos. Con todo ello, las cuentas para la última fecha eran claras: dependía de si mismo para volver a volar más de dos décadas después por el continente. No sin sufrir, así fue, porque empató en el último partido ante el Mallorca y se benefició del pinchazo de Osasuna en Mendizorroza. El EuroRayo era una realidad, quedándose a dos puntos de firmar la mejor puntuación de su historia en Primera División. Un final de gala e histórico para engalanar y llenar de aura el año del centenario. El mejor regalo para celebrar los ya 101 años de vida de la ADRV. La Conference League ya espera al barrio.
