El Rayo Vallecano cayó derrotado ante el Atlético de Madrid (3-0) en partido correspondiente a la jornada 33 de LaLiga. El conjunto franjirrojo se queda con 41 puntos en 11ª posición. El cuadro franjirrojo afrontaba el derbi en el Metropolitano con la ambición de seguir peleando por los puestos europeos, a pesar de tener que lidiar en uno de los feudos y ante uno de los rivales más complicados. La historia estaba en contra de los de Vallecas: nunca había ganado en el Metropolitano y llevaba 25 años sin vencer al Atlético a domicilio.
Además, se enfrentaba a un equipo herido tras los últimos partidos, en los que había dicho adiós a la Copa del Rey, a la Champions y a la Liga, donde lo único que le quedaba era aferrarse a la tercera plaza. Esto se reflejaba en un Metropolitano con una pobre entrada y mucho más frío de lo habitual, algo que no supo aprovechar el Rayo.
Con esta premisa se presentaba un choque que comenzó con un riguroso minuto de silencio por el fallecimiento del Papa Francisco.
Zárpazo rojiblanco nada más arrancar
En partidos como estos, ante este tipo de rivales, cobra especial sentido no perder la concentración ni un minuto, estar enchufados desde el principio y dar más del 100%. Con un Rayo que había pegado un bajón notable en los últimos partidos y que arrastraba una mala dinámica de resultados, comenzar bien el encuentro era esencial.
El guión de este Atleti-Rayo no podía empezar peor para los de Iñigo Pérez. En la primera acción del partido, en el primer ataque colchonero, un centro desde el flanco derecho al segundo palo era cabeceado por Sorloth al fondo de la red. Apenas habían transcurrido dos minutos y todo se venía abajo para los de Vallecas. No se puede empezar peor un encuentro en el que tienes que estar más intenso que nunca.
Desde que sonó con fuerza la opción de pelear por Europa, tras la mejor racha de resultados en la historia del Rayo en Primera, el globo franjirrojo se ha ido desinflando como la espuma. ¿Apatía? Lo cierto es que ya le pasó al Rayo de Iraola: en su mejor momento, cuando Europa parecía una realidad, llegó el bajón. Un paralelismo que asusta, pero que es real: antes del choque frente el Atlético de Madrid los de Vallecas solo habían conseguido una victoria en nueve encuentros.
Con el 1-0 el Atleti se sentía muy cómodo. Partido controlado, como le gusta, con ventaja, y tratando de no meter muchas revoluciones al choque. Mientras tanto el Rayo quería pero no podía. No encontraba el camino. Llegó a inquietar la meta del imponente Oblak, pero de manera estéril. Aunque es cierto que fue de menos a más, no le dio para anotar en la primera mitad. La tuvo Isi en el 27 con un disparo desde dentro del área que despejó el meta esloveno. Y poco más. De hecho, el Atleti tampoco inquietó demasiado a Batalla, pero la primera parte tenía otro golpe final. Cuando el partido estaba a punto de llegar al descanso, llegaría el segundo gol rojiblanco. Tal y como empezó, con un golpe inicial, pero esta vez fue en el último minuto del primer tiempo. El encargado de dinamitar las esperanzas rayistas fue Gallagher, quien ponía el 2-0 en el electrónico y el partido muy cuesta arriba para los de Vallecas. Cuando mejor estaba el Rayo, cuando mejores sensaciones tenía, llegó el segundo gol. Golpe mortal para un Rayo que no merecía tal castigo.
Mucho Metropolitano para este Rayo
La dinámica es mala, las sensaciones no son mejores, pero no se pueden bajar los brazos. A pesar del mazazo del gol antes del descanso, el Rayo salió tras el descanso con la cabeza firme, y solo cinco minutos después de la reanudación, Isi volvió a tener una ocasión clarísima para anotar. Esta vez de cabeza, pero su testarazo lo salvó Oblak. Con toda la segunda mitad por delante, quedaba ver si era un espejismo o este Rayo quería meterse en el partido.
El Rayo seguía encimando al Atleti y Ratiu tuvo una ocasión clara en el minuto 62. Poco después, Iñigo movió el banquillo buscando reacción. Movió piezas pero no tocó el esquema, y a pesar del 2-0 en contra, tampoco metió más pólvora en ataque. Triple cambio dando entrada a Pep Chavarría, Gumbau y De Frutos (por Pacha, Óscar Valentín y Unai López), y poco después a Sergi Guardiola (por Nteka).
Pero más allá de meterse el partido, llegó el 3-0 para el Atleti. Esta vez fue el argentino Julián Álvarez el que marcaría, para dejar sentenciado el partido y poner el punto final a cualquier tipo de opciones de recortar distancias en la lucha por Europa. A pesar de todo, el sueño sigue vivo: quedan cinco jornadas y el Rayo tiene enfrentamientos directos con Celta y Mallorca.
El próximo partido será frente al Getafe, el viernes 2 de mayo a las 21:00 horas en el Estadio de Vallecas, correspondiente a la 34ª jornada de LaLiga.
Ficha técnica:
Atlético de Madrid: Oblak; M. Llorente, Le Normand, Lenglet, Javi Galán (Lino 80′); Barrios, R. De Paul (Koke 80′), Gallagher (Azpilicueta 80′), Giuliano (Molina 65′); J. Álvarez y Sorloth (Griezmann 61′).
Rayo Vallecano: Batalla; Pacha Espino (Pep Chavarría 66′), Lejeune, Pathé Ciss, Ratiu; Óscar Valentín (Gumbau 66′), Unai López (De Frutos 66′), Pedro Díaz; Álvaro García (Embarba 81′), Isi y Nteka (Guardiola 74′).
Goles: 1-0 (Sorloth 2′); 2-0 (Gallagher 44′); 3-0 (Julián Álvarez 76′).
Árbitro: González Fuertes. Amonestó a Ratiu, Batalla por parte del Rayo Vallecano. Sin tarjetas para el Atlético de Madrid.
Estadio: Riyadh Air Metropolitano 49.410 espectadores.