Los pareja de centrales del Rayo Vallecano tuvo un dolor de muelas constante llamado Borja Iglesias, durante el encuentro ante el Celta de Vigo (1-1) en la 5ª jornada de LaLiga en el estadio de Vallecas. El conjunto franjirrojo se quedó con un sabor de boca agridulce tras este empate. Un partido en el que Borja Iglesias puso por delante en el marcador a los visitantes en una aacción a balón parado.
Borja Iglesias sacó de quicio a los defensas del Rayo
El Rayo Vallecano contaba en su alineación con una pareja de centrales poco habitual, dicha pareja formada por Lejeune y Ciss no pasó despaercibida en el encuentro debido a sus rifirrafes con el delantero del Celta Borja Iglesias. Empujones, patadas, agarrones… Se pudo ver de todo entre ellos. El Celta lograba a través de Borja Iglesias crear peligro y rematar en el área pequeña aunque con buenas paradas del guardameta rayista Batalla.
Tras una primera parte algo discreta, en el minuto 49 de partido Bryan Zaragoza ponía a prueba a Batalla con un gran disparo, aunque el argentino desviaba la oportunidad a córner. Precisamente de esa acción nacía el gol de Borja Iglesias, un centro en el que el ariete vigués se encontraba el balón en el área pequeña y no llegaba a atajar el portero franjirrojo, lo remataba y ponía por delante al Celta en el partido.
Esto decía Claudio Giráldez entrenador del Celta sobre Borja: “Entiende que es un jugador referencia, que los jugadores van a defenderle cerca, que va a tener que cuerpear con ellos, que va a estar cerca de la falta del rival en la mayoría de acciones. Y creo que cada vez lo está entendiendo mejor y lo acepta mejor. Y me alegro de que jugadores que trabajan de esa manera tengan el premio del gol, como ha tenido él en los últimos tres partidos. Y luego, aun así, no hubiese jugado seguramente los 90 minutos, con la lesión de Mihailo, nos hace que no podamos sustituir a los dos que teníamos pensado que eran Bryan y Borja, en ese aliento que nos daría la gente de arriba con la entrada de Iago.”


