Entre un “lo que mal empieza mal acaba” y este “lo importante no es el principio sino el final” solo hubo un gol.
Oro en polvo se puede considerar el tanto que premió las virtudes habituales de un Rayo Vallecano que simplemente no tuvo el día.
La audacia de Batalla para arriesgar y sacarla “de banda”, la agilidad de Ratiu para salvar la pelota de la lateral, la maniobra de auténtico artista de Fran Pérez, la persistencia en el “ahora o nunca” del rumano con un buen centro que Nteka pudo estropear interviniendo y la fe de Luis Alfonso Espino que anotó su primer gol en liga ante la estupefacción del público en general le dieron los tres puntos a un Rayo que se levantó con el pie izquierdo y terminó aliviado al separar medio cuerpo de los temidos puestos de descenso.
El Rayo ganó de nuevo en Donosti en un partido simplemente malo que fue creciendo exponencialmente en fealdad con el paso de los minutos. Raquel Peláez ofrece una historia de los pijos de España en su “Quiero y no puedo” y quizá la actual Real Sociedad, equipo y afición hermana hubiera tenido cabida en un eventual e hipotético epígrafe futbolero en tamaña obra. El txuriurdin no es equipo pijo en el sentido que le damos en el barrio, pero está llevando mal la salida de Imanol con signos de aburguesamiento y puede sufrir para no bajar a segunda. Nombres con pedigree y rendimiento discutible llevan a una ansiedad, la local ayer que hizo que el paso de los minutos convirtiera los borceguíes de los peloteros en ladrillos y el balón en un melón intratable.
Mientras los de Francisco (apellido, sapristi) se peleaban con sus angustias los de Pérez discutían a voz en cuello con el balón. Lo que un comentarista de la tele al uso llamaría “falta de precisión en la salida y circulación del esférico” fue lo que todos denominamos “no dar una a derechas”.
Se podría sospechar que el quit del partido estuvo en dar el cambiazo a los jugadores realistas con el timo del Piedrasony, clásico de cualquier mercadillo consistente en comprar un radiocassette barato a algún mercachifle y al abrir la caja encontrar unas piedras bien colocadas en su lugar. Los del Rayo trocaron botas con , como decía ladrillos, y con ello empezó todo .
Lejeune notó que algo pasaba cuando falló su primer control .Pudo respirar cuando el árbitro no lo expulsó ante la indignación de Oyarzabal. El pobre lo intentó pero jugó solo. Pudo ayudarle Guedes pero el portugués fue el fiel reflejo de su carrera, prometedor pero decepcionante.
El Rayo, horroroso con el balón se mantuvo ordenado y correcto en defensa esperando su momento. Ante la imposibilidad manifiesta de dar bien dos pases seguidos optó por el sexto sentido de los suyos en la presión . La atención del internacional De Frutos le llevó a convertir el error de Gorrotxa en casi gol. Inteligente y con confianza, Jorge remató a contrapié de Remiro que, disfrazado de Arconada pudo hacer eso, nada ante la picardía y habilidad del segoviano. El balón salió pegado al poste y Anoeta murmuró, resopló y pitó al descanso.
El equipo local salió decidido a buscar la victoria en la segunda parte y poco a poco encerró al Rayo que se quejó de jugar con un balón cuadrado. Aún así consiguió triangular para que Chavarría sacara su fusil con un disparo que también salió silbando al palo.
Parecía imposible ver un equipo con la clase de Brais, Carlos Soler, Take, Oyarzabal, Barrene, Sucic, Sergio Gómez, Guedes y cía atascarse tanto pero en el embudo los de Francisco se deshicieron como un azucarillo. Solo Oyarzabal amenazó de verdad a Batalla que cumplió con creces.
A falta de un Alemao luchador pero que no recibió balón, de un Isi gris y de unos Álvaro y Unai cansados estuvieron De Frutos atento, Oscar Valentín corrigiendo, Chavarría creciendo, Batalla haciendo su trabajo y los demás zapando y remando. De una palada estuvo a punto de hacer naufragar Pedro Díaz a Remiro, pero Alex sacó cositas de Luis Miguel (no el cantante, el arquero rediez) y desvió a córner en palomita. En esas Jozhua sustituyó a Ciss por lesión y Pacha y Nteka entraron por De Frutos y Alemao. El último cambio, aparentemente defensivo se convirtió en un ejemplo mas de la sabiduría de Íñigo Pérez a la pizarra.
El ataque desesperado de los locales se convirtió en defunción cuando la contra de seis toques entre Augusto, Andrei, Fran y de nuevo Florin y con la llegada potente del Pacha para superar a Remiro. (0-1).
La pudo liar un Ratiu confiado que se dejó comer la tostada en el descuento por Sucic pero Batalla primero y Chavarría después salvaron los tres puntos para la franja.
Hay días en que te despiertas y la primera pisada se topa con una chincheta, te quemas con el café, te lo tiras encima, se te cae la tostada por el lado de la mantequilla, te manchas la camiseta con la pasta de dientes y te tropiezas por las escaleras pero vas a trabajar igual, qué remedio, deseando a primera hora que el día termine. Así fue la jornada de la franja. Un día duro con final feliz. ¡Bravo equipo!
