Hace más de treinta años mi hermana me llevó a hacer un programa en Radio Vallekas en una etapa maravillosa en mi vida. Dada mi fea voz y una real incapacidad para vocalizar, la pobre se puso manos a la obra y me pasó un docena de trabalenguas. Entre los recuerdos que se almacenan de manera aleatoria en el disco duro quedaron algunos de ellos y ayer (por el miércoles, día del partido) me vinieron todos a la memoria. Quizá fuese un mecanismo del cerebro para intentar dar una explicación razonable (y honrosa) a lo sucedido en el estadio de la Cerámica, donde Villarreal y Rayo Vallecano empataron a un tanto en un duelo en el que pareció, por muchos tramos que ninguno de ambos equipos quería ganar.
El titiritero tiritaba
Pedro Díaz debió temblar al pensar en una comparación suya con el tantas veces vilipendiado (también por mí, perdón) Santiago Comesaña. Corrían no más de diez minutos de partido y el asturiano quiso imitar al gallego en uno de esos momentos de confianza tan suyos. Pedro quiso caracolear en el borde de su área, perdió el balón y Ayoze, tremendo delantero no pudo con Batalla, tremendo arquero.
Tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal
Arbitro y linieres por un lado y Costa, Kambwala y Luiz Junior intentaban digerir como Valentín, Camello y Álvaro García habían convertido una jugada intranscendente en dos pases filtrados con picardía, calidad y algo de maldad para acabar con la pelota en las mallas amarillas. Los primeros vieron fuera de juego. Los segundos temieron lo peor. Los terceros celebraron el gol por todo lo alto. (0-1).
Yo lloro si lloras, si lloras yo lloro. Tu llanto es mi llanto y mi llanto, tu lloro
Si Logan Costa no fue admitido en una carrera de tortugas al no aceptar profesionales, Willy Kambwala decidió dar un “Clinic” de como obtener un tarjeta roja.
Luiz Junior despejó de cabeza un balón largo que amenazaba cosas peores y el balón, en tierra de nadie fue disputado por el capitán rayista y el zaguero local. Valentín llegó un segundo antes y Willy, presa del pánico decidió no hacer prisioneros con un plantillazo que podía haber roto tibia, peroné o lo que hubiese alcanzado. Roja de manual y el Villarreal con un jugador menos en la cancha.
El perrito de Rita me irrita, dile a Rita que cambie el perro por una perrita
Algo ocurrió que nos perdimos. Quizá fue una conexión con alguna norma absurda de la Kings League, pero la expulsión del Villarreal invirtió la lógica y mientras los de MGT ( a los que hacen fechorías no olvidadas aún mejor tratarles con iniciales) parecieron jugar con catorce o quince peloteros los de Íñigo Pérez parecieron jugar con ocho. Entre superados y anestesiados fueron cediendo terreno a un Villarreal que fue cercando la meta de Batalla.
El que poco coco come, poco coco compra. Como poco coco como, poco coco compro.
Tras dos avisos de Ayoze llegó el drama. Una posible contra de Pedro Díaz se convierte en un balón regalado al rival. La franja tiene una segunda opción de alejar el balón pero Lejeune, fuera de su zona lo pierde al intentar sacarlo jugado. Denis Suarez avanza sin que ningún jugador trate de frenarle , le da el balón a Ayoze y Espino lo deja ir mirándolo como las vacas al tren. La acción, mas incomprensible que una docena de trabalenguas acabo en el empate amarillo. (1-1)
El arzobispo de Constantinopla nos quiere desarzobispoconstantinopolizar
Tras el festival con solo un gol de Ayoze, los jugadores del Rayo debieron escuchar la buena nueva que les dio en el descanso el mister, “sois uno más, muchachos”. Camello volvió a ser esa mosca que pica mucho pero a la que le falta aguijón con dos disparos que merecieron el gol, De Frutos tuvo buenos ratos, Álvaro volvió a ser esa leyenda que pronto será el máximo goleador de la franja en primera y los visitantes empezaron a ver de cerca los tres puntos, pero tras dos zurdazos y en un parpadeo Camello se vio en la banca sustituido por Nteka. Creo que nadie lo entendió.
Papá pone pan para Pepín. Para Pepín pone pan papá
Randy Nteka justificó su presencia como punta de lanza con una dejada para Pacha Espino que este no pudo convertir en gol.
Quiero y no quiero querer a quien no queriendo quiero . He querido sin querer y estoy sin querer queriendo. Si por mucho que te quiero, quieres que te quiera más, te quiero más que me quieres. ¿Qué mas quieres? ¿Quieres más?
Jorge de Frutos superó a Luiz Junior con un disparo cruzado pero cuando levantaba los brazos Sergi Cardona sacó la pelota bajo palos.
El amor es una locura que sólo el cura lo cura, pero el cura que lo cura comete una gran locura.
El empate final de este partido lo certificó Hernández Hernández, de Lanzarote, un empate de no creerse, una película de los hermanos Marx en camarote, un punto que ahora sabe mal, pero en la tabla, ya con 21 puntos es hermosote.
El año del centenario acabará en Sevilla, contra el Betis y una victoria acabaría el 24 con 24. Precioso el dato.
No me mires, que miran que nos miramos. Miremos la manera de no mirarnos. Mira, no nos miremos. Y cuando no nos miren, nos miraremos.
