En casi cualquier vida hay un momento en que la luz de la ilusión la proyectan los demás, estén cerca o lejos de uno. Cuando mi hija, tras avisar con variopintos viajes, nos informó de que tomaría la maleta hacía un feliz “Erasmus” como simulacro de su inexorable y futura partida me vinieron los fantasmas, las preocupaciones, los miedos de padre y una pena tonta , la de “perderla” por unos meses. La animé y apoyé en su aventura sin dudar mientras en soledad me preguntaba ¿Cómo se le ocurre alejarse tanto?
Contracrónica de un Rayo Europeo: “La maleta”
Este mayo, sin embargo, me ha venido una ilusión tontísima, oye. Conforme se acercaba la posibilidad de que el Rayo Vallecano tomara la maleta destino Europa imaginaba que su viaje se alargaría más que el cuatrimestre que pasará mi hija en Vilnius, Lituania, incluso soñé con que en algún momento primogénita y Santa Inés cruzasen sus caminos.
La Agrupación Deportiva El Rayo tomará parte en la UEFA Conference League la próxima temporada y si supera el play-off de agosto llevará el escudo de Vallecas por el viejo continente al menos otros seis jueves más, surcando la mitad de nuestras semanas de octubre a diciembre.
Treinta y ocho jornadas y noventa y siete minutos de liga después, el último de ellos el más agónico de nuestras vidas, el verde de Vallecas se convirtió en una mezcla de blancos y rojos ocupando los espacios donde ni siquiera los jugadores de Íñigo pudieron llegar, cortando las mallas que las botas franjirrojas no lograron perforar, gritando la alegría y la emoción contenida en el minuto de Mendizorroza donde el Alavés, que hace un cuarto de siglo cortó el vuelo europeo de la franja, contuvo al Osasuna para que los del navarro Pérez nos den la primavera y el verano ilusionantes que el centenario merecen.
No deja de ser curioso que sin contar los equipos descendidos, de los diecisiete equipos que repetirán en la élite del fútbol español la próxima campaña, solo babazorros y franjirrojos no se habían dado el gusto de hacer un tour continental en el siglo XXI . Hasta ahora.
Hasta James sabe lo que ocurrió en Vallecas, en Getafe y en Mendi por lo que quizá sobre contar que un descarga electrificó la grada con el gol azulón de Mayoral, que luego se apaciguó con la remontada celeste en el Coliseum donde iniciamos temporada con un 0-0 infumable, ¡qué cosas!.
Hasta Rodríguez sabe que la afición que adoró a Falcao I de Vallecas se rió del visionario lema de sus fans, “equipo chico” cuando Vicente anotó para el Alavés y respiró aliviada.
En Vallecas mientras tanto el Rayo se entonaba minuto a minuto ante un Mallorca tranquilo que ni facilitaba ni asustaba. No sé si será el poder de la cerveza, pero creo recordar que fueron entre quintal y tonelada las veces en que los de Íñigo dispararon a la meta de Greif, convertido ayer en una mezcla entre Lev Yashin, Dino Zoff, Taffarel, Buffon o Casillas para desesperación de la afición.
La pelota no entraba y el empate osasunista en Vitoria suponía que un gol rojillo o bermellón convertiría los rayos y centellas en noche nublada . Dicen los “coach” que solo debes preocuparte de lo que depende de ti. Me cago en los coach. ¿Qué hacer? Aspas movió aún más el ventilador del temor. Ir por la gloria podía suponer salir trasquilado. Esperar que no pasase nada tampoco parecía alentador… Tempus fugit, pero qué lento. Abrazos, lágrimas. Vallecas Nación Rayo Selección. Los Oscar con la gente, Balliu con Lola, el autobús. somos europeos.
Llego del trabajo. El madrugón impidió la loca celebración. Toca buscar información. Busco las fechas de la previa. 4 de agosto sorteo del Play-Off. 21 y 28 de agosto la eliminatoria. 29 de agosto viaje de Paola a Vilnius. 2 de octubre primera jornada de la fase de grupos. 4 de octubre Paola cumple 21. El Zalgiris Vilnius jugará las previas de Conference. Paola ya ha guardado la bufanda del Rayo en su maleta. ¿Y si…?
