El año 2017 ha sido uno año clave para el técnico del Rayo Vallecano. En Febrero de 2017 tuvo que coger las riendas del primer equipo, y echarse a las espaldas un proyecto completo, un equipo que estaba más cerca del descenso a la Segunda B que de la permanencia. Un año 2017 cuyos números avalan la labor del vallecano, que ha dirigido 36 partidos desde el banquillo franjirrojo.
Cambio de dinámica
La llegada de Míchel al banquillo del Rayo Vallecano, procedente del Juvenil A, supuso un cambio de dinámica en el equipo. Los franjirrojos andaban coqueteando con los puestos de descenso a Segunda B, y a Míchel le costó mentalizar a sus pupilos y materializar ese cambio en la dinámica de resultados. De este modo, no consiguió la victoria en los tres primeros partidos que dirigió, ante Getafe (1-0), Reus (0-0) y Cádiz (1-0). Ese fue el punto de inflexión, ya que el equipo adoptó las directrices del nuevo técnico y consiguió revertir la nefasta situación para dejar al equipo en Segunda División.
El año de Míchel, el de su estreno como entrenador de la primera plantilla del Rayo Vallecano, ponen de manifiesto que el equipo ha rendido a un buen nivel. De hecho, Míchel ha ganado el 45% de los partidos que ha dirigido y tan solo ha perdido el 22% de los encuentros. De este modo, el 33% de los choques han acabado en empate. Esto es, de 10 partidos con Míchel el Rayo no pierde 8.
Por otro lado, si atendemos a los números como local, el año de Míchel arroja que ha ganado el 58% de los choques en Vallecas y que solo ha perdido el 12% de los partidos en la Albufera, quedando en empate el 30%. Quizás, la asignatura pendiente del técnico franjirrojo es la de ganar fuera de Vallecas, ya que eso solo ha pasado en 2017 en uno de cada tres partidos disputados.
Otro dato a tener en cuenta es el de los goles. Con Míchel en el banquillo, el Rayo Vallecano ha anotado 48 goles, lo que arroja una media de 1,3 por partido. Asimismo, los vallecanos han recibido 0,95 goles por encuentro.
Las cifras se maquillan con el buen arranque de temporada. En la 2017/18, con Míchel en el banquillo, el Rayo Vallecano solo ha perdido 3 de los 20 encuentros disputados, dato que implica que los franjirrojos acaban el año como el conjunto que menos partidos pierde de la categoría (junto con Huesca, líder de la competición). De hecho, solo han perdido 1 de los últimos 13 partidos disputados.
El reto de Míchel en el año que entra es poner al Rayo Vallecano en lo más alto de la tabla y lograr el ascenso a la máxima categoría del fútbol español.