El gol del Rayo Vallecano comienza a tener nombre propio. Álvaro García es el peaje a pagar en clave franjirroja para que el balón entre en la portería. Y aunque todavía esté a la caza de superar las 28 dianas de Alberto Bueno en Primera División, si no marca, asiste. Si el gol no llega directamente de sus botas, el último pase sale de ellas. Es lo que tiene cuando un jugador tiene el don de la determinación en el apartado ofensivo de un club.
Cuatro asistencias y un gol
Una racha que comenzó en la remontada exprés ante el Girona a finales de enero. Sus dos asistencias a Nteka permitieron dar la vuelta al 0-1 inicial ante los de Míchel. Ante el Leganés se secó. Pero una jornada después llegó el chispazo ante el Real Valladolid. Ese con el que superó los 24 tantos de Guilherme e igualó los 25 de Jon Pérez Bolo como segundo máximo goleador en la historia de la entidad. Una diana histórica, pues fue el gol que certificó las nueve jornadas consecutivas sin perder el máxima categoría, certificando la mejor racha de imbatibilidad del club.
Tras dos encuentros sin goles ante Barcelona y Villarreal, ante el Sevilla volvió a aparecer en la estadística. El golazo de Andrei Ratiu llegó tras un pase del andaluz. Y en esta última jornada ante el Real Madrid, hubo otro golazo, esta vez de Pedro Díaz, que llegó tras una combinación suya. Así hasta participar con cuatro asistencias y un gol en los últimos seis goles del Rayo Vallecano.