El Rayo Vallecano de la etapa de los Ruiz Mateos estuvo plagado de innumerables muestras de irregularidades, que están poniendo de manifiesto en el juicio que la familia está teniendo en la Audiencia Provincial de Madrid con Hacienda.
Todo lo decidía Ruiz Mateos
Si algo han tenido en común todos los acusados que declararon el lunes ante el Juez, fue que espetaron la máxima responsabilidad de absolutamente todas las decisiones al Patriarca de la familia: José María Ruiz Mateos. “Los hijos éramos su paraguas comercial”, garantizó el hijo.
Su hijo Javier confesó que “el Rayo le costaba mucho dinero a mi padre”, pero “era una labor social”. De hecho, Joaquín Yvancos dijo en su comparecencia que “Ruiz Mateos compró el Rayo por consejo de Jesús Gil. Sabía que era una operación deficitaria, y que tenía que estar encima del Rayo para que sufriera las menos pérdidas”, explicó el abogado.
A pesar de que tanto Presa, como Fraile, Álvaro Ruiz Mateos, Teresa Rivero o Zoilo Pazos aseguraron que todas las decisiones pasaban por el patriarca de la familia, en su testificación llegaron a entrar en la contradicción de que “cada empresa tenía su propio órgano gestor”, relató Álvaro.
Facturas infladas
A lo largo de la testificación de los acusados, llamó la atención que llegaron a afirmar que el Rayo Vallecano había mandado facturas infladas a Clesa. Raúl Martín Presa explicó que “encontramos dos facturas con valor de 2 millones, que pudieron hacerse para maquillar la situación de pérdidas y hacer un balance más equilibrado”. Está claro que “el Rayo Vallecano generaba pérdidas y había que hacer facturas infladas”, sentenció Presa.
“No nos dio tiempo a mirar los vicios ocultos”, confesó Raúl Martín Presa en su testificación como representante del club. “La deuda del club no era clara, había una situación caótica”, relató ante el Juez. No obstante, el máximo accionista garantizó que “los pagos se hacían en metálico”.
En cuanto al patrocinio, Álvaro Ruiz Mateos niega que Clesa fuera patrocinador del Rayo Vallecano, mientras que Presa explicó que “el valor de lo pagado era 10 veces inferior a lo que puede ser un patrocinio de hoy en día.
Pagarés de Nueva Rumasa
Tanto Raúl Martín Presa como Jesús Fraile confesaron que algunos futbolistas compraron pagarés de Nueva Rumasa para luego ser canjeados por pagarés del Rayo Vallecano, algo que “se reconoció como deuda salarial en bruto”, aclaró Presa. Asimismo, el actual presidente dijo que “había futbolistas con contratos que no recogía la Federación y que se pagaban en Somosaguas, por lo que no eran de la actividad del club”.
En cuanto a las cuentas, Jesús Fraile apuntó que “había cero euros en el banco“. La fuente de ingresos del club procedía de tres elementos: publicidad, taquillas y abonos. “El dinero en efectivo, como el de los abonos, se llevaba al banco”, relata Fraile. Eso sí, “cada día la cuenta del banco comenzaba a cero, y acababa el día a cero también”, avala el que fuera Gerente de la entidad franjirroja. Era el llamado método de caja única. “Los pagos se hacían en efectivo. Miembros del club íbamos a por el dinero a Somosaguas o al banco Etxebarría”, explica Fraile.
Los cargos
Teresa Rivero confesó haber sido la “Presidenta honorífica”, mientras que los hijos no tenían puestos fijos dentro del organigrama empresarial. Jesús Fraile dijo que era el único con firma dentro del Rayo Vallecano, pero que no tenía competencias fiscales ni tributarias.
“No he participado nunca en temas fiscales o tributales del grupo”, aclaró Javier Ruiz Mateos. “Casi todo era gestiones de imagen y protocolarias”, añadió, ya que “no éramos profesionales de ningún sector”.