James Rodríguez llamó la atención por su nuevo estilo de trenzas durante el encuentro entre el Rayo Vallecano y el Athletic Club, disputado en Vallecas en la jornada 15 de LaLiga. Sin embargo, el colombiano volvió a quedarse en el banquillo, reflejando su situación actual en el equipo.
Un cambio de imagen que no pasó desapercibido
Durante el partido, las cámaras captaron a James Rodríguez en el banquillo luciendo un nuevo look. El colombiano sorprendió con un cambio en su cabello, ahora con trenzas, un estilo que ya ha adoptado en ocasiones anteriores a lo largo de su carrera.
James, quien llegó al Rayo Vallecano como uno de los fichajes más mediáticos de la temporada, sigue sin consolidarse en el esquema de Íñigo Pérez. En el encuentro ante el Athletic Club, el mediapunta volvió a ser suplente, dejando a los franjirrojos sin el talento y la creatividad que el colombiano puede aportar.
Una suplencia que refleja su situación actual
La suplencia de James Rodríguez ante el Athletic Club no es un hecho aislado. Desde su llegada al Rayo Vallecano, el colombiano ha tenido un papel secundario, acumulando pocos minutos en LaLiga. Aunque mostró destellos de su calidad en algunos partidos, la falta de continuidad y su adaptación al estilo de juego del equipo han sido factores determinantes para su situación actual.
Ante el Athletic, el Rayo necesitaba ideas en ataque para enfrentar a un equipo bien organizado y con jugadores en gran momento como Nico Williams y Sancet. Sin embargo, James no fue la opción elegida por Íñigo Pérez, quien prefirió apostar por otros jugadores más habituales en el once del Rayo esta presente campaña.
El impacto de James desde el banquillo
Desde su debut con la camiseta del Rayo, James Rodríguez ha tenido un impacto limitado. Hasta la jornada 15, el colombiano ha disputado pocos minutos en LaLiga, y su influencia en el juego ha sido menor a la esperada. A pesar de su experiencia en grandes clubes como el Real Madrid y el Bayern de Múnich, su papel en el Rayo está lejos de ser el de un jugador determinante.
El cambio de imagen que lució en el banquillo ante el Athletic puede interpretarse como una forma de mantener su perfil mediático, pero también pone en evidencia la desconexión entre su talento y el protagonismo que debería tener en el equipo.
