El exfutbolista español Koke, recordado por su paso por el Rayo Vallecano y otros clubes europeos, repasa su carrera deportiva y la vida que lleva ahora tras verse envuelto en una condena por narcotráfico. Ha hablado sin filtros sobre su experiencia personal y profesional en una entrevista en el Diario As.
Koke de futbolista a narcotraficante
Sergio Contreras Pardo, conocido como Koke en el mundo del fútbol, vivió una carrera internacional que lo llevó desde sus inicios en el Málaga hasta vestir la camiseta del Rayo Vallecano, entre otros equipos de élite. Debutó profesionalmente con el Málaga con solo 19 años y más adelante jugó en varias ligas europeas, destacando también por su paso por Francia, Portugal y Grecia, además de su etapa en el fútbol español con el Rayo Vallecano.
Durante sus años como delantero, Koke alternó momentos brillantes con etapas más discretas, forjando una trayectoria de viajes y experiencias deportivas diversas. Su paso por Vallecas fue recordado por aficionados por su entrega en el campo antes de continuar su periplo futbolístico por ligas de varios países. No obstante, tras colgar las botas en 2016, su vida dio un giro radical fuera del fútbol. Koke fue detenido en 2019 y posteriormente condenado en 2023 a seis años de prisión por liderar una red internacional de tráfico de cannabis que operaba en varios países europeos. En una reciente entrevista, reflexionó sobre cómo ha cambiado su vida desde entonces.
KokeEn sus declaraciones más llamativas, Koke admitió: “Tengo contactos por todas partes, ¡pero no soy Pablo Escobar!” para desmentir la imagen de capo que algunos han querido asociar a su figura. Reconoció también que, a pesar de haber ganado dinero como futbolista “Yo ganaba tal vez un millón de euros al año”, las ganancias del narcotráfico fueron las que lo llevaron a tomar decisiones drásticas, señalando que en ese negocio “ganas en dos meses lo que puedes ganar en un año en el fútbol”.
Ahora, desde una villa en Marbella y con la sentencia establecida hasta 2027, Koke ha explicado cómo es su día a día tras estas experiencias, sembradas de cárcel, remordimiento y reflexiones sobre el futuro. “La vida es un poco complicada. Hay que pagar por estupideces… Cuando escuchas eso de ‘traficante internacional’ te dices ‘¿Qué he hecho?’”, explicó, dejando entrever un deseo de transmitir una lección sobre la importancia de segundas oportunidades y la complejidad de su situación personal.
