Créanme cuando les digo, semana tras semana, que este Rayo duele. Tiren de hemeroteca, revisen los artículos publicados desde que comenzó la temporada y a ver si son capaces de encontrar un período de tiempo en el que la calma haya sido la nota dominante de la actualidad del Rayo Vallecano.
Temporada de mierda
No en vano, tras cada partido del primer equipo busco plasmar sobre estas líneas lo más destacado del encuentro, y por más que lo intento, lo deportivo siempre se asienta en un segundo plano.
Con ese telón de fondo, ¿pueden explicarme cómo demonios se van a poder ganar partidos?, ¿acaso los futbolistas, los mismos que fueron aplaudidos al finalizar la pasada temporada en Primera División son capaces de abstraerse y centrarse en lo meramente deportivo? Permítanme que lo dude.
Lo cierto es que conforme avanza la ‘temporada de mierda’, la crispación va en aumento. Se palpa, se siente, se manifiesta. Siempre pasa algo en el seno del Club o en el entorno del Rayo Vallecano para fomentar la inestabilidad tanto institucional como social y deportiva. En esta ocasión, fue el Director General, Luis Yáñez, el que se vistió de ultra radical para encararse con un aficionado.
Un comportamiento totalmente intolerable, tiránico y despótico. Un directivo no puedo actuar como un zarabandista, con semejante actitud reyertiva, encarándose con los aficionados por mucho que le pese y duela las protestas que éstos promulgan. En su lugar, ¿por qué no escucharles?, ¿no le parece que cuando un grupo de personas protesta masificadamente contra la gestión que están ustedes realizando no será que hay algo que no se está haciendo bien? Pero encararse de semejante manera motivando la algarada no es nada elegante.
Escuchen, oigan lo que se les dice y hagan por limar la crispación que hay en la afición del Rayo Vallecano, que no se si han percibido, pero cada día que pasa va en aumento. Una crispación que late con fuerza y que no pueden avivar como gestores de la institución que son. Vallecas respira un nivel de crispamiento que lo único que está consiguiendo es mandar al equipo al fondo de la clasificación que puede dar con nuestros huesos en Segunda B. Y eso ya lo hemos vivido, con mucho dolor.