Si algo positivo dejó el partido del Rayo Vallecano frente al Girona fue el frustrado intento de Javier Tebas y de Raúl Martín Presa de hacer parecer que el estadio se iba a llenar.
Y fue positivo no por inquina personal hacia los personajes citados sino porque, pese a la demagogia de hacer pasar un ‘entradas agotadas’ por un lleno y la de regalar entradas a la cantera cuando solo habías vendido 500 entradas de promoción a tu afición, el rayismo demostró que los horarios de viernes no son aceptables en Vallecas.
La afición lo demostró, voluntariamente, no entrando mayoritariamente hasta pasado el minuto 5 como señal de protesta. Y más de 3.000 abonados lo demostraron, no sé si voluntaria o involuntariamente, no acudiendo al partido. Pese a tener todo el estadio ‘vendido’, el aforo frente al Girona no fue de 15.000 personas (capacidad actual aproximada) sino de 12.087 espectadores. 3.000 abonados, casi el 25% de la masa social rayista no pudo o no quiso acudir a un partido en viernes.
Lunes y viernes, la peor media de asistencia
Y no es la primera vez que sucede. El Rayo ha jugado cuatro encuentros en viernes (Girona, Celta, Eibar y Espanyol) y la media de espectadores fue de 11.727.
Peor es la situación los lunes. En el único choque que el conjunto franjirrojo ha disputado en casa, frente al Leganés, la asistencia fue de apenas 11.435.
El Rayo ha jugado incluso un miércoles como local (contra el Athletic de Bilbao) y la presencia de aficionados (11.850) fue mayor que la de lunes y viernes.
El mejor día: sábado
Pese a que el horario tradicional de los de Vallecas sea el domingo a las 12 de la mañana, esta temporada las cifras dicen que los mejores aforos se están produciendo los sábados, una circunstancia lógica si tenemos en cuenta que los encuentros contra Barcelona o Atlético de Madrid fueron en sábado. 13.255 asistentes de media en los tres partidos jugados en sábado.
Los domingos, por su parte, con rivales como Real Sociedad, Levante, Getafe, Villarreal o Sevilla suma 11.873 espectadores de media teniendo en cuenta la peor entrada de la temporada el domingo 23 de diciembre a las 18:30 bajo una densa niebla.
