El futbolista del Rayo Vallecano, Óscar Trejo, se ha pasado por ‘El Vestuario’ de Relevo junto a Quique Peinado.
Durante esta entrevista, el argentino ha reflexionado sobre la capitanía, su relación con el presidente Raúl Martín Presa y la situación del Rayo Vallecano. Estas han sido algunas de sus declaraciones:
Llamarle capitán: “Bueno, es una palabra que al final te juro que siento como que…no sé, es algo grande. Prefiero que me digan “choco” y todo, pero bueno, es lo típico que suelen decirlo bastante. Cuando voy a ver a mis hijos, también me dicen: “¡eh, capitán!”, y yo: “no, no, choco, choco”, y ellos: “no que para nosotros…”, y digo “bueno, muchas gracias”. Al final es el cariño que te queda, el poder caminar tranquilo, que es a lo que más valor le doy. Aquí han pasado grandes personas que han dejado mucho, que han dejado al club, a la gente, a los compañeros y siempre digo, ser un hijo adoptivo de argentino vallecano, para mí eso es mejor que esta palabra de capitán“.
Renuncia al brazalete la temporada pasada: “Es una situación incómoda, la verdad, porque la gente quiere al club, quiere trabajar, quiere dar el 100% y obviamente que, si pasa un tiempo y no le das ese mimo, a la gente obviamente que llega un momento, no de desilusión, pero sí de un poco de tristeza por el hecho de que no valoran tu trabajo. Y lo entiendo porque al final nosotros somos la materia prima más grande del club, que a nosotros nos tienen ahí, pero obviamente al estar ahí tampoco no te puedes descuidar de todo el cimiento que hace que nosotros podamos estar ahí, que es toda la gente que trabaja no solo en oficina, sino en fundación, en cantera y todo. Pero bueno, siempre lo que te digo, siempre he sido transparente, siempre cuando ha habido un problema he ido de cara, de frente y yo creo que es el gran problema también de mi desgaste, de poder solucionar muchas cosas que yo las veo simples y que me duele, duele que un problema tan simple se haga tan grande por no mirarlo o por no enfrentarlo”.
Relación con Presa: “Nos saludamos, estamos hablando y bueno, al final le digo que si tuviera que volver a hacerlo, lo haría. Es que lo que uno tiene que hacer es apoyarse en la gente que realmente quiere al club y vos te das cuenta de quién quiere al club. Entonces, de esas personas uno se tiene que potenciar y escuchar y, sobre todo, si te dicen cosas que hacer, no hagas cuatro, pero haces dos o haces una. Que la gente vea que el cambio se va a dar proporcionalmente, pero bueno, que se haga”.
Problemas internos en el club: “Hay esa cercanía que al final entre el trabajador y los jugadores en el día a día te ves muchísimas veces, y escuchas y escuchas y escuchas hasta un momento que dices: “Bueno, ¿todavía sigue pasando esto?”, y vas y hablas y solamente demandas que se trate de solucionar, porque al final todos somos personas, todos tenemos problemas y acarrear otro más aquí es complicado en el día a día. Pero bueno, cuando no veía esa solución al final se lo dije a él (se refiere al Presidente del Rayo, Raúl Martín Presa) que yo así no podía seguir porque al final, si representamos un club o una idea, tenemos que acompañarlos con actos y con hechos y, si no estaban por la labor, yo me iba a ocupar de jugar, de disfrutar de mi familia y desde este lugar que estoy ahora trato de seguir escuchándolo, de ayudar, pero no tan implicado porque al final a mí también me hacía mal. Insisto en lo que te digo: son cosas puntuales, porque con muy poquito aquí eres muy feliz. Al final había muchos entrenadores, del femenino, mucho de oficinas también. Yo esto lo pasé en la temporada 2010-2011 cuando tuvimos el problema (de impagos) pienso lo lindo que sería que no lo hubiera ahora. En el año 2017 volví y el club estaba totalmente saneado, ya no tenía esos problemas pero si vas al tiempo atrás, hace siete años (el club) estaba casi igual que ahora, entonces es lo que hablamos: el club tiene que dar esos pasitos chiquititos para ir creciendo y para poder decir: “Quiero mostrarle a la gente que el club quiere crecer y estar de otra forma”.
El Rayo Vallecano podría ser más grande: “Muchísimo más. Yo creo que la gente también. La gente es consciente de todo. Al final, no sé, lo has vivido vos como hincha y yo lo vivo cuando me voy a sacar el abono, o los desplazamientos, o el tema de la entrada. Son muchas cosas que han pasado y uno siempre ha dado una opinión por el lugar que ocupaba y porque va con mi persona, que no es que yo lo voy a decir a la gente y después no te lo digo a vos. Primero eres tú como jefe (se refiere de nuevo a Martín Presa) y después obviamente lo hablamos”.
Futuro en el Rayo: “Sí, me gustaría (seguir en el Rayo). Se lo he dicho al presidente, y obviamente cuando ellos sientan, uno se va preparando, se va formando y cuando vea el momento, obviamente me gustaría. Me gustaría porque al final conozco el club, conozco cómo funciona en Argentina, entonces hay muchas cosas parecidas y creo que podría ser algo productivo si se puede. Entrenador no me veo porque al final es un mundo que es tan inestable, te demanda mucho tiempo. No nos olvidemos que también sos más o menos un ordenador de 25 cabezas, 11 van a estar contentas, las otras 14 tienes que ir gestionando esa frustración, ese enojo. Es muy complicado, muy complejo. Al final ahora cuando sos un poco más grande te vas dando cuenta y al jugador de fútbol también es muy difícil de llevarlo”.
Retirada: “Siempre lo pienso y yo he llegado a los 18 aquí y para mí sería cerrar 20 años de carrera aquí en Europa, que sería más tiempo aquí que en mi propia Argentina. Sería lo loco que es el fútbol y lo que me ha dado a mí España, no solo la familia y el trabajo, sino la vida. Y pensar que me voy a quedar a vivir aquí, me gustaría retirarme a los 38, obviamente aquí en el Rayo. No me lo imagino porque al final siempre que me lo imagino me emociono, empiezo lo que va a ser ese día, la familia, me gustaría que esté mi mamá también, mis hermanas. Es un día que lo tengo ahí muy presente porque al final sé que va a llegar y eso me hace que cada día que vaya al club lo disfrute, pero de una forma que es lo que me dice mi mujer, que no te veo. Hace dos años no estabas así. Ahora soy más consciente de que el momento puede ser capaz el año que viene. No me permito estar un día triste por el hecho de que no juegue o no viaje. Al contrario. Creo que eso le da más valor a eso que pueda hacer en la última temporada”.