Año nuevo y vida nueva en el Rayo Vallecano. Tras tomarse las uvas y descorchar el champán para inaugurar el 2025, Pathé Ciss y Óscar Valentín han cambiado sus roles y sus minutos. Como si de un amigo invisible entre ambos se tratase. El senegalés, que venía desempeñando un rol más secundario antes de las navidades, se ha adueñado de un centro del campo que desde hace tiempo venía comandando Óscar Valentín. La apuesta ni mucho menos era sencilla para Íñigo Pérez. Pero si algo caracteriza al navarro desde que asumió las funciones de entrenador del Rayo Vallecano ha sido su personalidad.
Drama para el capitán
Desde que se consolidó allá por la temporada 2020/21, cuando llegó Andoni Iraola a la nave rayista, era muy poco común encontrar una alineación sin la presencia del ’23’. Ahora, cambio de rumbo. En los últimos siete partidos, pleno de suplencias. Ante Girona (32′), Leganés (4′), Real Valladolid (45′), Barcelona (16′), Villarreal (0′), Sevilla (20′) y Real Madrid (20′). En total, 137 minutos disputados de los últimos 630 minutos posibles. Tan solo en dos encuentros llegó a superar la barrera de la media hora. Y ante el submarino amarillo se quedó más seco que nunca este curso (no se quedaba sin tener minutos en un partido de LaLiga desde el 10 de marzo del año pasado en Mendizorroza).
Pero su drama es aún mayor. En lo que llevamos transcurrido de año, el conjunto franjirrojo ha afrontado un total de once compromisos. De ellos, solo ha sido titular en tres. Y dos han sido en Copa del Rey. Esa competición que habitúa a dar oportunidades a los menos habituales. La otra titularidad llegó en Pamplona ante Osasuna, cuando partió de inicio por la sanción que tuvo que asumir Pathé Ciss al cumplir ciclo de cartulinas amarillas. Fue el comodín en reserva. Aunque un suplente de bastantes garantías. Condición que le ha forzado a ‘perder’ el brazalete de capitán que en su día heredó tras la renuncia de Óscar Trejo.
Oportunidad de oro
Los galones del de Ajofrín ahora los asume el de Dakar. Un Pathé Ciss que, pese a estar cerca hacer las maletas hace no mucho, se ha convertido en el timón. En ese hilo conector entre el ataque y la defensa. En el sostén y equilibrio de un equipo que ha mostrado una línea ascendente a lo largo de la temporada. La otra cara de la moneda. Aquella que no deja de sonreír. El senegalés se ha adueñado del centro del campo, convirtiéndose en el pivote titular. Porque ahora es él quien descansa en Copa del Rey. En Ferrol no estuvo convocado por sanción y en San Sebastián observa la eliminación copera desde su asiento en el banquillo.
En los ocho partidos que ha estado disponible de la competición doméstica en 2025, 100% de presencias en el once inicial para Ciss. Aunque, eso sí, solo completó los 90 minutos en dos encuentros: Leganés, marcando el único gol de dicho encuentro, y Sevilla. Pero la perspectiva es aún más amplia. De sus últimos trece compromisos ligueros en los que ha estado convocado, acumula doce titularidades. Tan solo fue suplente en el encuentro que fue aplazado en su momento por los daños causados por la DANA y que se disputó entre semana. Es la apuesta clara para Íñigo Pérez.
En las trece jornadas anteriores disponible, tan solo tres titularidades. Y como curiosidad o coincidencia, todas ante equipos pertenecientes a la Comunidad de Madrid: Getafe (segunda fecha), Atlético de Madrid (sexta fecha) y Leganés (octava fecha). Y a la par, en tres compromisos completó los 90 minutos en el banco de suplentes. En contraposición, solamente ante los rojiblancos disputó el partido entero. El cambio de roles es evidente, justificado por sus actuaciones sobre el verde. Porque el africano tenía la etiqueta de ser el comodín favorito. Aunque el análisis es claro: hay dos claros titulares para solo un puesto. La lucha por ganar esa batalla va a estar reñida. Aunque compañerismo y respeto entre ellos nunca ha faltado. Ni faltará.