Rafael García, speaker del Rayo Vallecano, es un emblema para el rayismo. Su voz ha acompañado a la entidad franjirroja durante varias temporadas, en el Estadio de Vallecas y, por suerte, permanecerá mucho tiempo más.
Este nació en Ciudad Real. Llegó a Vallecas hace 60 años, para continuar con sus estudios y para trabajar. Al año siguiente de estar en Madrid se hizo socio del Rayo Vallecano y le cogió cariño al equipo y al barrio. Desde este momento, se enamoró para toda su vida.
“Siempre ha sido mi equipo. El Rayo me aporta alegría, sufrimiento y demás cosas. Es un club equipo humilde, que se ha tenido que enfrentar a conjuntos de mayor presupuesto y categoría. Me acuerdo de mis viajes con mi bandera y mi gorra, en que incluso teníamos que salir corriendo por la gran rivalidad en determinados enfrentamientos”, asegura sobre sus andaduras siguiendo al club vallecano.
El manchego ha aportado fidelidad al Rayo Vallecano. Rafael lleva más de 50 años de socio, siendo actualmente el número 52 de socio. Además, ha aportado su garganta y ánimos dentro y fuera de casa, durante toda su vida. Sin duda alguna, ha sido una comunión perfecta.
Esta pasión intentó transmitirla a sus familiares, aunque no hiciera falta. Así lo manifiesta Rafael: “Nunca he obligado a mi familia en temas de religión, política o deporte. A ella nunca les he inculcado determinados pensamientos. Mi familia ha visto en mí el sufrimiento cuando venían malas rachas o las alegrías cuando ganábamos. Han mamado y han seguido mis sentimientos“.
Los mejores recuerdos de Rafael son los ascensos. Los peores recuerdos son los descensos. Como a cualquier aficionado franjirrojo, siempre le gusta ganar, aunque esto sea imposible de conseguir en todos los encuentros. No obstante, su pasión por el equipo sigue intacta.
Rafa ha vivido unos años complicados debido a una enfemedad, aunque él siempre lo ha afrontado “como un rayista con mentalidad ganadora”: “Estos dos años han sido jodidos. He estado tres veces al borde de la muerte. He tenido siempre una personalidad muy definida, pero he estado a punto de morir“. Sin embargo, este no ha cesado en seguir a su equipo independientemente de las circunstancias: “En casa, he visto los partidos por la televisión. En el hospital, por la radio e incluso resúmenes por la televisión. También he seguido vuestra página a diario”.
Este reapareció en la décima jornada de la Liga Santander, ante el conjunto blaugrana, en un día histórico para la entidad vallecana. “El martes por la tarde me dieron la noticia de que estaría ante el FC Barcelona. No me lo pensé dos veces cuando me llamó Raúl Martín Presa. Me dio un subidón y guardé hasta la muleta que tenía. Le puse todo el cariño que tenía, y la gente me recibió con cariño. Eso no se paga con dinero. Además, ganamos. No puedo explicarlo con palabras“, asevera este hombre.
Este concluye con un mensaje para todos los aficionados y aficionadas del Rayo Vallecano y, también, los vecinos y vecinas de Vallecas: “Siempre he vivido en Vallecas. Mis hijas, mis nietos y mi familia ha nacido en Vallecas. Un barrio humilde y obrero, con una gente acojonante y cojonuda. Es la leche. Es el mejor barrio del mundo“.