Un día para recordar. Un día para reconocer a sus leyendas. Para ello, las instituciones del Gobierno de España, de la Comunidad de Madrid y Raúl Martín Presa han homenajeado a grandes jugadores de la historia del rayismo como Felines. El speaker comienzó a cantar las alineaciones, y hubo dos nombres que hicieron rugir a Vallecas: Michel y Andoni Iraola, dos hombres que se marcharon de Vallecas por todo lo alto y dándolo todo por el Rayo Vallecano. Todos los jugadores hicieron un pasillo a Rafa Garrido, el socio número 1, que hizo el saque de honor.
El primer gol del partido fue del Rayo Vallecano, por parte de Armenteros. Tras una ocasión de Michel, Vallecas volvió a aplaudir a su hijo prodigio. El que dejó un festival de paradas fue David Cobeño, el actual director deportivo del equipo demostró estar en una gran forma. Se estaba acercando el gol de las Leyendas de LaLiga, pero la defensa franjirroja no se lo puso nada fácil.
Mientras tanto, en el Estadio de Vallecas se olía un ambiente a nostalgia, a felicidad, a volver a ver jugar a los que han luchado por el escudo. Partido para agradecer a Prudencia y a todos lo que la ayudaron a fundar el Rayo Vallecano. Cota, Michel, Bolo, Michu, Tamudo, y muchos otros que apuntaron su nombre en la historia de este equipo. Durante el partido Bukaneros, los de siempre, sacaron una pancarta en protesta de la gestión del Centenario:
“Mentiras, abusos y caso omiso a la afición. Presa, la vergüenza centenaria es tu gestión”
Un hecho más que representa lo que el Rayo Vallecano es para su afición y viceversa. Sin barrio no hay Rayo, y sin Rayo no hay barrio.
Una leyenda del fútbol español como Villa, puso el 1-1 en el marcador. Y dio rienda suelta a la fiesta de los goles: Armenteros hizo el 2-1 y De la Red volvió a poner las tablas con un golazo.
Tras el descanso todo volvió a empezar en el terreno de juego, los colores rojo y blanco se apoderaron del campo para honrar a La Franja. El campo se unió en una ola que no paraba, de personas que habían ido a disfrutar del fútbol y a celebrar los 100 años de su equipo.
Portillo convirtió un penalti en el minuto 77. Finalmente, el partido acabó 2-4, con un último gol de Juanfran. Padres e hijos, llenaron las gradas para disfrutar de una tarde de fútbol que pocos olvidarán. Tras el final del partido todos los jugadores y sus familias disfrutaron de una fiesta a pie de campo. Niños y niñas, que desde pequeños les enseñaron que la vida pirata es la vida mejor.