Como si no hubiese habido temporada. Durante 90 minutos, Vallecas fue un microcosmos en el que el Rayo no era farolillo rojo y en el que no se escuchó ni un sólo reproche desde la grada a los franjirrojos, únicamente aliento para un equipo al borde de descender. Es diferente. Probablemente ni mejor ni peor. Diferente. El gol lo puso Embarba. Los sueños, todos y cada uno de los franjirrojos presentes en el Estadio. Desde la Albufera a Arroyo del Olivar. Creer es gratis… ¿Por qué no?
Para estos partidos subió el Rayo a Primera. Para darse el gusto de tratar de tú a tú a todo un campeón de Europa. Desde el minuto 1 los de Paco Jémez quisieron el cuero. Es cierto que cada llegada del Real Madrid era un sufrimiento, pero los franijirrojos no se achicaban. Las ideas claras: toque, toque, toque y velocidad por las bandas.
Así llegó la más clara al inicio de partido. Robo, transición rápida y mano a mano que Courtois mandó a córner cuando Pozo ya cantaba el gol. Poco después, internada de Álex Moreno por la izquierda, agarrón de Vallejo sobre Javi Guerra y contra rapidísima de los blancos que Bale marró solo ante Alberto. Sin embargo, González Fuertes fue a la pantalla del VAR a ver la jugada en el área del Madrid. Penalti y gol de Embarba. Ay, si hubiese marcado Bale, la que se habría armado.
Los de Zidane estaban desconectados. Por descontado, cada vez que se acercaban había taquicardias en la grada, pero el centro del campo blanco no funcionaba. Modric estaba realizando uno de los peores partidos de la temporada; Llorente, desaparecido; y Kroos, más de lo mismo.
Ya en la segunda parte, Courtois terminó por afianzarse como el mejor de los merengues. Primero, sacando el puño a un centro chut de Embarba muy peligroso. Después, lanzándose a por un disparo potentísimo de Bebé. El Rayo necesitaba la victoria y estaba sabiendo manejar muy bien la ansiedad y convertirla en fuerza y garra.
Paco Jémez dijo esta semana en una entrevista que si hay que dar un paso atrás se da, pero sólo si el equipo rival se lo gana, y el Real Madrid no se lo estaba ganando, así que el Rayo siguió apretando arriba. Valentía, Coraje y Nobleza.
Servirá para mucho o para nada. Quién sabe. Pero el Rayo venció al campeón de Europa. En Vallecas, ante su gente, que lleva sufriendo toda la temporada. Se lo merecían. Por fin una alegría. El sueño sigue vivo.