Vallecas y el equipo lucharon más juntos que nunca tras la expulsión de Jorge de Frutos antes del descanso. Jugadores y afición se unieron, arroparon y pelearon en comunión ante las adversidades ajenas. Porque de nuevo, por segunda vez en apenas seis días, una decisión arbitral más que polémica volvió a ir en contra del Rayo Vallecano. Esta vez fue en casa ante el Villarreal donde tocó remar, aunque el resultado volvió a ser el mismo que en Barcelona: derrota por la mínima sin ver puerta.
Más finos en inferioridad
Pese a ello, el conjunto franjirrojo, que disputó en torno a los últimos cinco minutos de la primera parte y toda la segunda mitad con un jugador menos, mejoró sus estadísticas ofensivas. Estuvo más cerca del gol en inferioridad que en igualdad numérica. Tanto en la generación como en la finalización, aunque al pastel le faltó la guinda. Y por primera vez esta temporada, el santuario se quedó sin celebrar un tanto.
En la primera parte, el equipo promedió 0,12 goles esperados, y tuvo 4 remates (2 de ellos a portería) y ningún saque de esquina. Mientras tanto, en el segundo acto tuvo un promedio de 0,49 goles esperados y generó 6 remates (3 de ellos a portería) y tres saques de esquina. Sin embargo, de nada sirvió para intentar noquear la diana de Ayoze Pérez para el submarino amarillo.
