Adrián Embarba y Raúl De Tomás tuvieron sus más y sus menos en la primera parte en Palencia. Pathé Ciss tuvo que intervenir entre ambos jugadores para poner paz y evitar que sus consideraciones no fueran a problemas mayores cuando apenas se había decretado el pitido inicial. Por entonces, el partido entre el Villamuriel y el Rayo Vallecano todavía no había desatado en la tormenta de goles.
Apenas se habían disputado siete minutos de partido cuando De Burgos Bengoetxea señalaba una falta en la frontal del área sobre Embarba. Una acción jugosa para los delanteros por la cercanía a portería y por la posibilidad de intentar marcar el primer gol del encuentro.
En su primer partido del curso, Raúl De Tomás, que se encontraba en zonas cercanas a donde se señaló la infracción, rápidamente quiso pedir el balón para ser el quien chutase la falta. Una decisión que no conectaba con Embarba, que, al ser él a quien se la habían realizado, quiso ser el que asumiera la responsabilidad. Ante tal situación, Pathé Ciss tuvo que intervenir para apartar al ‘9’ de la zona y disipar las dudas.
El ’21’ fue finalmente quien asumió la responsabilidad de poner en juego la jugada. Su lanzamiento se estrelló en la barrera y fue despejada en segunda instancia por la defensa local. La acción apenas generó peligro o incomodidad.
